Más de 180 de especies de aves, 30 de libélulas, 10 de anfibios junto a una flora variada conviven con lagartos, tortugas y víboras en la Reserva Natural de Avellaneda, uno de los predios de la costa ribereña que reúne la mayor biodiversidad de la provincia de Buenos Aires, que fue inaugurada ayer.
Las primeras 55 de un total de 140 hectáreas de la Reserva que une las localidades de Sarandí y Villa Domínico podrán visitarse a través de una pasarela construida de unos 1200 metros que atraviesa la vegetación de un lugar que hasta hace unas décadas integraba una zona de quintas frutihortícolas y viñedos que visitaban los vecinos.
Con el paso del tiempo, varios de los habitantes de las fincas abandonaron el lugar, la vegetación fue creciendo y el municipio compró a los vecinos las hectáreas restantes para llevar a cabo “una de las obras de recuperación, saneamiento y desarrollo sustentable más importante en la historia de la ciudad”, indicaron desde el municipio.
“Hace mucho que se tiene la idea de hacer algo por el estilo, por eso y para evitar construcciones que obstruyan el corredor ribereño fue que se decidió adquirir todo el área”, explicó en diálogo con Télam Javier Muzón, biólogo e investigador del Conicet.
El especialista indicó que “con esta Reserva, el estado protege una de las áreas de mayor biodiversidad de la provincia de Buenos Aires. Es muy importante porque nos permite conservar ecosistemas que nos brindan servicios que mejoran la calidad de vida, como el control de inundaciones y un mejor mantenimiento de la biodiversidad”.
En esta primera etapa que podrá visitarse de jueves a domingos de 10 a 16, la pasarela “llega hasta la zona de albardón, que es una loma natural que se forma antes de llegar al río, desde allí y para adentro lo que se puede observar es toda el área de bañados”, precisó Muzón.
“En poco tiempo la pasarela se extenderá hasta el río y va a haber un mirador para poder contemplar la costa”, aseguró el especialista que desde hace más de un año trabaja en un “inventario de todas las especies que se encuentran en el predio”.
Muzón remarcó que lo “interesante” de la nueva reserva es que “a diferencia de la Costanera Sur que en su momento fue terreno ganado al río, este es terreno natural, con costa natural y que funciona así, inundándose y dando lugar a los bañados”.
“Esta es una oportunidad única para todo tipo de actividades de promoción ambiental, en un lugar que esta muy cerca y de muy fácil acceso, y que además cuenta con una serie de ecosistemas increíbles”, concluyó.