Un desastre causaron las llamas en el aserradero ‘Gauchito Gil’, en Pocito. Además de unos ‘2 millones de kilos de madera’ (arriba) ardieron un autoelevador y una camioneta Peugeot 504.

 

En plena madrugada, Hugo Orellano se había levantado, como siempre, a dar una vuelta. Eran las 3 de la mañana de ayer -recordó- cuando lo sorprendió el resplandor de las llamas que avanzaban implacables desde el fondo de ese aserradero en el que trabaja y es casero desde hace un año. Lo primero que hizo fue llamar a los bomberos y a algunos de los cuatro dueños de ese local llamado ‘Gauchito Gil’, situado en avenida Joaquín Uñac (conocida también como Mendoza) unos 100 metros al Norte de calle 7, en Pocito. Instantes después, el lugar se llenó de Bomberos, del Cuartel Central, de Rawson, los Voluntarios del departamento y camiones cisterna del municipio. Más de 6 horas después, las llamas y los restos de fuego quedaron bajo control, pero para entonces el daño era mayúsculo.

‘Acá se han perdido unos 2 millones de kilos de madera, un autoelevador y una camioneta Peugeot 504, tres máquinas para cuadrar y tablear y una sierra sin fin. Todas las pérdidas deben rondar los 30 millones de pesos, hemos quedado en la ruina todos los que dependemos de esto, unos 25 empleados que mantienen a sus familias y los cuatro dueños y sus familias’, contó ayer Orellano, encargado del lugar.

‘Este incendio fue intencional. El lunes a eso de las 13,30 alguien nos quemó el autoelevador. Fue a la hora en que no había nadie acá, porque Energía San Juan había cortado la electricidad entre las 8 y las 15 para poner unos postes y hacer otros arreglos. Y ahora como a las 3, volvieron a prender fuego en el fondo, en la zona de la última máquina. Digo que prendieron fuego a propósito porque nosotros como regla de seguridad cortamos la electricidad en todo lo que depende del aserradero. Y además de no haber energía eléctrica anoche había llovido, no había forma de que esto se incendiara por accidente’, dijo a su vez Marcelo Escudero, uno de los dueños.

Además de la pérdida de las máquinas y de la materia prima en sí (incluidos unos 300 rollizos de 6 metros), los responsables del aserradero ‘Gauchito Gil’ quedaron afectados, también, en los compromisos que tenían pendientes, como los palos y los cajones para fruta que habían pactado entregar a unos compradores.

‘La verdad que no sabemos de quien sospechar. Lo único que hacemos acá es trabajar para mantener a nuestras familias, y ahora vamos a hacer todo lo posible para poder seguir, pero necesitamos ayuda, necesitamos algunas máquinas y algo de madera porque no pensamos bajar los brazos’, dijo Escudero.

En la seccional 7ma esperan el informe pericial de Bomberos para intentar esclarecer el caso.

 

  • En una casa, tres intoxicados

Una joven, su hijo de 9 años y un policía de la seccional 26ta que concurrió a la casa de ambos para auxiliarlos porque se les había incendiado, resultaron intoxicados durante el siniestro y debieron ser asistidos en un centro de salud a primera hora de ayer, aunque luego de ser atendidos quedaron fuera de peligro. El hecho ocurrió en una casa de la Villa San Patricio, Chimbas. En esa vivienda, al momento del siniestro, estaban Florencia Martínez (31) y su hijo de 9 años. Según la policía, la mujer les manifestó que el niño había estado jugando con un encendedor en un dormitorio y que, por accidente, inició un incendio que terminó con todo lo que había en ese ambiente, aunque las llamas también se propagaron al menos hasta el comedor y causaron daños de importancia, incluidos dos televisores y varios muebles.

El incendio fue controlado por Bomberos del Cuartel Central, informaron fuentes policiales.