Los incrementos realmente importantes en los valores de energía eléctrica, que han sufrido los agricultores en los últimos tiempos, se han transformado en un factor crítico, y hasta en algunos casos limitante.
En Suplemento Verde en esta oportunidad, queremos dar a conocer análisis reales de fincas con olivos de nuestra provincia, para aquellos que consultan y no tienen datos de referencia.
Ramón Martínez, presidente del CREA Olivícola San Juan y directivo de Campogrande del Acequión, emprendimiento ubicado en el departamento Sarmiento, presentó en la edición 2018 de Argoliva, un trabajo sobre "La incidencia de los costos energéticos en olivos".
El joven sanjuanino dijo que "el Movimiento CREA (sigla de Consorcios Regionales de Experimentación Agropecuaria), tiene o está conformado por 226 grupos, de todos los cultivos agrícolas y agroindustriales, que a su vez se distribuyen en 18 regiones en todo el país. Están integrados por productores agropecuarios que se reúnen para compartir experiencias y colaborar mutuamente en la toma de decisiones".
Continuó "el CREA Olivícola San Juan está compuesto por 7 empresas, que totalizan unas 2.700 hectáreas, todas productivas, en San Juan y algunas en la provincia de Mendoza".
Mencionó que "decidimos, en base a las reuniones mensuales de grupo, realizar un análisis de la variación de costos en energía, y tomamos una finca para su estudio. Es como un modelo de lo que sucede en el grupo. Se decidió tomar Viñas Marsili S.A., sito en Campogrande del Acequión, en el sur sanjuanino. Tiene una superficie implantada de 140 hectáreas, con 80 de variedad Coratina y 60 de Arbequina. Posee un marco de plantación de 7 metros entre líneas y 3 metros entre plantas. La cantidad de plantas por hectárea es de 476. El sistema de riego por goteo es con doble lateral. Hay allí 2 perforaciones, con 200 HP en total. Es una finca plantada en la campaña 2005/2006, con un rendimiento industrial promedio del 20% en aceite".
Como se puede ver a la izquierda del gráfico a cinco columnas, en la temporada 2016/17, los gastos de electricidad rondaban el 13% y en la siguiente, el valor comparativo pasó al 23%. Los otros ítems de la torta también se modificaron.
Pero veamos en detalle más el costo del agua en la temporada 2016/17.
Con registros propios de finca (esto es lo válido) en lo que respecta al costo del agua aplicada, el volumen entregado en metros cúbicos fue de 1.072.206 y los gastos fueron: energía eléctrica: $279.916; mantenimiento, insumos y servicios: $27.451; personal $282.180 (300 jornales a $942,17), lo que implica un total de $589.547. Esto lleva a que el costo unitario del metro cúbico en pesos ronde los $0,55; o lo mismo, $5,50 milímetros por hectárea. Eso para la campaña mencionada.
Ahora si pasamos a la derecha del mismo gráfico, en la torta se pude visualizar que, para la temporada siguiente, la 2017/18, vemos que en lo que respecta al costo del agua aplicada, el volumen entregado en metros cúbicos fue de 1.177.400 y los gastos fueron: energía eléctrica: $824.368; mantenimiento, insumos y servicios: $17.625; personal $373.176 (284 jornales a $1.313,00), lo que implica un total de $1.215.169. Esto lleva a que el costo unitario del metro cubico en pesos ronde los $1,03; o lo mismo, $10,30 milímetros por hectárea.
En resumen, de una cosecha a la siguiente:
* Gastos de Energía: De 13% subió a 23%.
* Costo por Hectárea: Subió 195% (de $2.000 a 5.892,96).
* Valor del Jornal: Aumentó 39% (de $942,17 a $1.314,00).
* Costo por Metro Cúbico: Subió 87% (de $0,55 a $1,03).
Nos cuenta Ramón Martínez que "la energía representa el segundo costo de producción en las economías regionales. El productor olivícola continúa resignando rentabilidad y estos aumentos imprevistos van a afectar fuertemente en otros ítems (menor mano de obra, menor riego, menor fertilización, etc.). Esto llevará en corto plazo a más fincas improductivas. Habrá menos producción, menos ventas y lo que es peor, menor interés del sector inversor.
Evaluación integral de riego por goteo en olivo
Trabajo científico presentado por el Mag. Ing. Agr. Alfredo Olguín, del INTA EEA San Juan, en equipo con el Dr. Ing. Pierluigi Pierantozzi (INTA-Conicet); el Ing. Agr. Federico Montenegro (INTA); el Tec. Hidráulico Mario Liotta (INTA); los Ings. Agrs. Joel Mateo y Facundo Martín (Unidad Integrada INTA-UNSJ); y los Ings. Agrs. Lisandro Orelo y Francesco Najt (Prosap). El olivo es el cultivo de San Juan con mayor superficie regada por goteo (51%), en 14.000 hectáreas. El riego por goteo ofrece importantes ventajas, pero errores de diseño, mantenimiento y/o programación pueden ocasionar serios problemas, como escasa vida útil de los componentes, excesivo consumo de energía eléctrica y bajos rendimientos del cultivo. Se decidió evaluar integralmente el desempeño de riego por goteo en olivares del departamento San Martín. Olguín explicó que se tomaron 6 fincas olivícolas con goteo para base de este estudio. Todas de variedad Arbequina y con riego por goteo exclusivo. Entre octubre de 2016 y septiembre de 2017. A campo se trabajó en una encuesta de riego para identificar componentes, tareas de mantenimiento y programación de riego. Extracción de muestra de agua de riego para determinar su calidad. Extracción de muestras de agua antes y después de los filtros. En la parcela, ver uniformidad de caudales y presiones en emisores; estudio de suelo detallado y la instalación de contador volumétrico para medir volumen aplicado mensual. En laboratorio, se analizó conductividad eléctrica y pH en agua de riego, textura de suelo por volumen de sedimentación y sólidos sedimentables totales (SST) en agua. Y en gabinete, el equipo trabajó en la necesidad teórica de riego y lámina aplicada mensual; la capacidad de almacenamiento de humedad del suelo y el cálculo de indicadores de desempeño hidráulico. Se analizó que la baja uniformidad de distribución de caudales se debe a la elevada variación de emisores, cuya causa principal es el mantenimiento inadecuado del equipo de riego. Sumado a la baja uniformidad de caudales, la presión real de emisores fue diferente a la de diseño, lo que repercute en el caudal del gotero. La causa principal fue un mal dimensionamiento de la potencia del equipo de bombeo, con un exceso de presión en equipos chicos (1,7 HP/ha) y baja presión en grandes (0,8 HP/hectárea). En lo referente a programación de riego, como puede verse en el gráfico, a la izquierda, en el intervalo de riego, hay diferencias entre lo teórico y lo real, lo que sucede; además, en la aplicación de la lámina de riego anual, existe una gran variación entre la cantidad requerida y la aplicada. Todo esto se traduce en un costo por exceso de riego, que según los diferentes productores que integraron este estudio, varió desde valores cercanos a $1.000 por hectárea, hasta casi $8.000. Conclusión, hubo tendencia al exceso de riego e incrementó los costos de energía eléctrica. Y fallas cometidas en el diseño, mantenimiento y programación pueden impactar fuertemente en los costos de energía eléctrica.