En todos los ámbitos, la vida le sonríe a Jimena Barón(32), y esto la tiene volando en las nubes. En el plano laboral, por ejemplo, su carrera musical continúa en ascenso y parece no tener techo. El 10 de mayo lanzó “La cobra” y de un día para el otro la canción se volvió uno de los hits más escuchados en las principales radios, en las plataformas de reproducción de música y en los boliches. Sin ir más lejos, ya tiene más de 29 millones de reproducciones en YouTube.
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La letra, la música pegadiza, hizo que rápidamente se meta en la gente. Mientras se prepara para brindar shows en gran parte del país, Jime hizo un alto en la grabación de su disco para diseñar una colección cápsula para una marca de indumentaria. La temática, por supuesto, fue la del reptil que le da nombre a su tema. “Siempre hay un tiempito para diseñar. La colección consta de lencería con estampa print de reptil, pero además sacamos conjuntos deportivos también siguiendo la misma temática”, contó Barón. En pleno auge, no quiere dejar escapar el tren del éxito.
En el viaje la acompañan su hijo Morrison, fruto de la relación con Daniel Osvaldo, y su novio, Mauro Caiazza. Los chicos, que se conocieron el año pasado en su lugar de trabajo, siguen alimentando la pasión y las ganas de seguir creciendo desde el amor. La gran relación de Mauro con su hijo ayuda a que esto sea más simple. Incluso, cuando ella debe ausentarse de su casa por trabajo y no tiene con quién dejar a su nene, suele ser su novio quien lo cuida. Respecto de su nuevo repertorio como empresaria textil, Barón, hizo foco en aprovechar todas sus condiciones: por un lado, la de diseñar, por otro, su cuerpo, que parece tallado a mano. Aprovechando sus delineadas curvas, ella fue la mismísima protagonista de la producción de fotos para dar a conocer los nuevos productos que sacó al mercado.
¡Qué curvas! Desde hace un tiempo considerable la artista luce distinta. Cambió la manera de alimentarse, de cuidarse, y empezó a entrenar para verse bella ante sus ojos. Hubo un momento en el que hizo clic para proponerse un cambio mental, esto llevó a que el cambio también se haga físico y que todo fluya en armonía. “Desde que empecé a entrenar sola, en mi casa, y a comer saludable, me siento con una energía infinita. ese fue el puntapié de mi cambio. Con el tiempo le fui tomando el gustito, el cambio me iba gustando y fui más detallista”, confesó en su momento, y agregó que todo empezó cuando su hijo tenía cuatro meses, hace casi cinco años. Orgullosa de lo que consiguió, y más allá de las críticas que suelen aparecer, no deja de mostrarse en paños menores. “Las críticas las tomo de quien viene, sin darle demasiada importancia, aunque muchas veces molestan, porque hay una familia atrás que lee todo eso. De todas maneras, siempre recibo comentarios lindos, los halagos son los que más preponderan”.