Pedro Andrés Gatica fue condenado en 2009 a prisión perpetua por asesinar a su nieta de 5 años de un balazo en la cabeza. Estaba detenido en la alcaldía de Bariloche pero el 15 de marzo le otorgaron la prisión domiciliaria. Mientras los vecinos juntan firmas para echarlo, el Intendente comunal se expresó al respecto y calificó de "repudiable y reprochable" la decisión judicial.

Ahora con 60 años, Gatica eligió seguir cumpliendo su condena en la casa de un familiar en San Antonio Oeste al considerar que pertenece al grupo de riesgo de contagio de COVID-19 por su estado de salud. Sin embargo, la indignación que se viralizó en las redes junto con la noticia de su excarcelación y las manifestaciones en su contra hicieron que las autoridades tuvieran que asignarle una custodia policial para evitar un linchamiento.

Desde el Consejo Local de Seguridad –CLSC- también mostraron su rechazo al beneficio. A través de un comunicado, consideraron que se trata de un "preso peligroso" y pidieron la anulación de la domiciliaria: "Sentimos que nos encontramos al amparo de una justicia que cada vez está más lejos del bien común”.

El propio intendente de San Antonio Oeste, Adrián Casadei, se sumó a las críticas con una carta pública en la que anticipó que denunciará ante el Consejo de la Magistratura a los funcionarios judiciales que le concedieron la domiciliaria al detenido.

“No sólo que proceder a mejorar la condición de detención del condenado es repudiable y reprochable, sino que encima le entregan la domiciliaria en San Antonio Oeste, de manera callada, solapada y, lo que es peor, sin intervención de la víctima en el proceso. Todo esto previo al aislamiento social y preventivo obligatorio, antes de que este intendente decidiera cerrar los ingresos a la ciudad”, cuestionó.

Este domingo además se inició una campaña para reunir firmas en change.org para que la Justicia “lo devuelva a prisión o si ella (la jueza) no nos escucha que la Cámara o la Corte lo ordenen”. La iniciativa juntó más de dos mil firmas en menos de 24 horas.

El crimen de su nieta

Gatica asesinó a su nieta el 5 de mayo de 2009 en la casa de su exesposa y abuela de la menor. Al parecer, la relación de pareja habría sido el desencadenante del homicidio, como venganza hacia la mujer.

A fines de ese año lo condenaron a prisión perpetua por el delito de “homicidio doblemente calificado por el vínculo y alevosía”. Ramos Mejía, parte de la Cámara Criminal Primera de Bariloche, aseguró que "el resultado dañoso se generó a partir de aprovechar la situación de la víctima, quien fue llevada por su abuelo al escenario donde éste le quitaría la vida”.

El magistrado destacó que actuó con “conciencia y voluntad”, y consideró “la acción típica, consistente en matar, es decir, extinguir la vida de una persona”. Asímismo, un perito psicólogo, Oscar Benítez, afirmó que “Gatica comprendía la criminalidad del acto y dirigía sus acciones, aunque no podía contener sus impulsos".

La prisión domiciliaria

Gatica obtuvo la prisión domiciliaria el 15 de marzo pasado por un presunto problema de salud, cuando todavía no se había impuesto del aislamiento decretado por el Gobierno nacional.

Según trascendió, se habría tenido en cuenta para otorgarle el beneficio la conducta "ejemplar" que tuvo durante el tiempo que pasó detenido, así como también el hecho de que hubiera terminado el colegio secundario y realizado cursos de oficio.

 

Fuente: TN