“Es otra pandemia”. Así califican los científicos a la presencia de nuevas variantes del Covid-19 que hicieron estragos en países que comenzaban a vislumbrar el final de los confinamientos. Actualmente, hay 4 denominadas de preocupación y dos ya circulan en la Argentina: Alpha (Reino Unido) y Gamma (Manaos). Sin embargo, la amenaza de que las dos restantes, Beta (Sudáfrica) y Delta (India), pisen fuerte en el suelo nacional elevó las alarmas en el Gobierno. En qué se diferencian, cuáles son las posibilidades de que se propaguen en el país y qué tan efectivo son los controles fronterizos.

El pasado 10 de mayo, el Ministerio de Salud informó que se habían detectado las variantes Beta y Delta en tres viajeros que ingresaron al país por Ezeiza. Según explicaron, quienes se encontraban infectados con la variante india fueron dos menores de edad procedentes de París y residentes de Ciudad de Buenos Aires, mientras que el restante era una persona de 58 años, que provenía de España y era residente de la provincia de Río Negro.

“Nosotros tenemos una frontera penosamente lábil y Ezeiza es particularmente lábil”, afirmó Jorge Geffner, inmunólogo e investigador del CONICET, en diálogo con TN.com.ar, y resaltó la importancia de implementar vigilancia más estricta: “El control que se hace es con un test rápido de antígeno, que tiene mucha menos sensibilidad que la PCR y que detecta el 40% de los asintomáticos, pero te comés el 60% restante”.

Variantes de preocupación

Hasta el momento, hay cuatro variantes denominadas de preocupación por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y otras siete que son consideradas de interés. Con etiquetas basadas en el alfabeto griego para evitar la “potencial estigmatización” al nombrarlas como países o áreas de detección, las mutaciones para alcanzar el status de VOC (por sus siglas en inglés) deben evidenciar un incremento en la transmisibilidad o cambio perjudicial en la epidemiología del Covid-19; un aumento en la virulencia o una modificación en la presentación clínica de la enfermedad; o bien una disminución en la eficacia de las medidas sociales y de salud pública, en los diagnósticos, en las vacunas o en los tratamientos disponibles.

“La variante Delta es la de India y como característica tiene que es más contagiosa que las habituales, que puede llegar a ser hasta un 60 o 70% más contagiosa. Cuando aparece una variante con tanta contagiosidad desplaza a las otras y a veces, como en el caso del Reino Unido donde se están incrementando los casos después de haber disminuido fuertemente, puede tener algún escape inmunológico que puede hacer que las vacunas no sean tan efectivas”, resaltó en diálogo con TN.com.ar el infectólogo del Hospital Pirovano y miembro de la Sociedad Argentina de Infectología (SADI), Ricardo Teijeiro (M.N. 58065).

Al tiempo que Geffner explicó que esta mutación cuenta con las tres características que la ubican como de preocupación: es más transmisible, es decir más infecciosa; se asocia a casos de mayor gravedad clínica, que te infectas y te va peor; y evade la respuesta inmune protectora inducida por las vacunas, aunque aclaró que en este último punto “no significa que no son efectivas las inmunizaciones, sino que son un poco menos efectivas”. Según explicó el inmunólogo, en la actualidad la variante Delta, que ya se encuentra en unos 50 países y, por ejemplo, representa el 10% de los virus circulantes tanto en el Reino Unido como en Estados Unidos.

En tanto, la denominada variante Andina (Lambda), catalogada por la OMS como de interés y que fue la responsable del contagio de Alberto Fernández, aún se encuentra bajo la lupa de los científicos. “En principio es más transmisible, pero no está definida como de preocupación. Pero la variante de Manaos, la británica y la Andina representan el 80 o 90% del virus que circula en el país”.

Fronteras colador

Desde el anuncio del cierre de fronteras y la implementación de medidas de control, el Gobierno aseguró que buscará frenar el ingreso de las variantes que ya afectaron a las naciones que veían el fin de la pandemia. Sin embargo, para los especialistas es tan importante la detección de los nuevos casos, el aislamiento preventivo y la postergación en el ingreso de estas mutaciones gracias a una fuerte vigilancia.

“Tenemos una frontera penosamente lábil y Ezeiza es particularmente lábil. Supongamos que viajás a la Argentina y tenés un contacto estrecho 48 horas antes de embarcarte. Llegás y a 48 o 72 horas el hisopado te da negativo, pero estás incubando la infección. Si querés entrar al Reino Unido viniendo de la Argentina, por ejemplo, independientemente de que tenés que llevar un hisopado negativo con una antelación de 48 a 72 horas, tenés que pagarte un hotel que está controlado y hacer aislamiento de 10 días”, señaló Geffner.

Según explicó, este periodo es la garantía de que, al día 11, ya no existan chances de contagio si la persona ingresó infectada y el hisopado no pudo detectarlo. “Habría que hacer un aislamiento obligatorio, que podría ser de 10 días al entrar al país o de 6 días, con un hisopado al quinto día (que es el de mayor sensibilidad). Pero no si tenes un hisopado negativo entrás y haces la que querés, eso no es un control estricto. Más aún que “el control que se hace es con un test rápido de antígeno, que tiene mucha menos sensibilidad que la PCR y que detecta el 40% de los asintomáticos, aunque te comés el 60% restante”.

Por su parte, Teijeiro destacó “hoy se está trabajando fuertemente en detectar el virus y, en caso de tenerlo, buscar la variante”. “De esa manera se contiene, pero en cuanto el flujo de gente sea más importante y los controles disminuyan, vamos a tener más posibilidades de ingreso de variantes. Que nadie piense que un virus se puede contener con límites geográficos. Pero cuánto más tarde llegue y cuanto más controlada tengamos a la variante actual, vamos a tener mucho menos riesgo”, resaltó el infectólogo.

Vacunas vs. variantes

Ante el surgimiento de nuevas variantes, las vacunas deben estar preparadas para que estas variaciones ocurran, ya que es el camino natural de los virus. Es por eso que las formulaciones, sin importar la plataforma en la cual se desarrollen (virus atenuados, adenovirus virales o ARNm), deben establecer un amplio panorama de cobertura.

“Hasta ahora, el único trabajo publicado es uno que reporta Pfizer y otro de Oxford – AstraZeneca, y lo que demuestran es que la vacunación completa en ambas (con las dos dosis separadas por 21 días) confiere una protección importante. En cuanto a eficacia de protección frente a la infección severa reportaron un 90% para Pfizer y cerca 80% para Oxford, pero estamos hablando de las dos dosis y el esquema actual en Argentina es retrasar la segunda dosis”, reflexionó Geffner.

En el caso del Instituto Gamaleya se emitió un comunicado asegurando que la Sputnik V es muy efectiva contra la variante Delta “y es posible que así sea, pero no muestra los datos y no tenemos como cotejarlos”, subrayó el experto.

En ese tono, el inmunólogo evaluó el desarrollo del plan de vacunación nacional, que estableció diferir por casi 3 meses la aplicación de las segundas dosis de las inmunizaciones británicas y rusas, y advirtió: “Si comenzaran a circular estas variantes en la Argentina, cosa que hoy no pasa, habría que replantearse si este esquema de dilatación de la segunda dosis es el adecuado”, mientras que Teijeiro completó: “Tenemos que vacunar rápidamente, en el menor tiempo posible, para contener la circulación del virus, porque cuanto más tiempo circulen más posibilidades hay de generarse nuevas variantes”.