Por Malena D’Asta *

La infidelidad es hacer algo detrás del otro. Pero…¿Creés que la infidelidad virtual existe? ¿Esta nueva conducta te está afectando?

Aunque la relación con un tercero no llega a concretarse jamás, queda demostrado que el deseo de relacionarse, con esa “charla virtual” con otra persona, puede ser tomado como una prueba o ser causal de separación.

Este tipo de infidelidad con tanto aumento en los últimos años y que se repite con frecuencia en las relaciones actuales nos hace pensar ¿Qué lleva a las parejas a caer en episodios de “histeriqueo o juego” en redes sociales?

Aún sin llegar a concretarse, en la mayoría de los casos, los chats a escondidas con cierta índole erótica, halagos, la constante comunicación cariñosa a cualquier hora del día, el mensajito de buenas noches o buen día, solo sirve para alimentar egos y demostrar la poca empatía que se le tiene a la pareja actual y un acto de egoísmo innegable.

Los celos son el motor más poderoso de la personalidad. Al mantener una relación con un tercero vía virtual, la persona “engañada” va a reaccionar de acuerdo a su temperamento, y a sus formas de adaptarse, ya sean creencias, percepciones e inclusive puede afectar su salud mental, perdiendo confianza, bajando su autoestima, persiguiéndose por cada acto fuera de lo común de su pareja, una rutina lamentable que termina en disolución de la relación.

Creo que con el avance actual de los celulares que ofrecen más seguridad en el desbloqueo del aparato generando, de cierta manera, más “clandestinidad” comienza a aparecer la idea del “puedo hacerlo todo” y a su vez la idea del otro de desear lo prohibido, de dudar qué pasa dentro del celular de su pareja.

El compañero que duda del tiempo que el otro pasa con su aparato móvil decide muchas veces, con culpa, la revisión del mismo, encontrando chats con contenidos dudosos hacia otra persona, lo que genera que la pareja afectada deba adaptarse psicológicamente y, ante el acontecimiento de sentirse iluso, busca asignarse una responsabilidad o causa (sentir culpa angustiosa); la cual termina siendo en vano.

Estas conversaciones con contenido sexual o inclusive amoroso está asociado a momentos de aburrimiento o meramente para alejarse de la realidad o rutina conyugal, en fin, la idea de generar una vida ficticia, inventando una personalidad falsa, tratándose solamente de “masturbación mental” demostrando solo una inmadurez afectiva, emocional y destinado a lo lúdico. Todo es imaginario.

¿Se puede hablar de infidelidad sin sexo físico? Indudablemente si, por más que no sea frente a frente y sea pantalla a pantalla, ya que se forma un vínculo con la persona que está del otro lado del dispositivo, se genera una mentira y una ruptura de compromiso real con su pareja.

 

 

La infidelidad virtual está asociada a la baja autoestima por parte del que decide incorporar a ese “tercero”, como así también a características de inseguridad, sentimiento de inferioridad, querer sentirse atractivo o conquistador/a. La pregunta que debes replantearte es: ¿sos de los que escriben o responden?, ¿o sos de los que descubren? ¿o perdonarías una infidelidad no carnal?

Según un conocido abogado de la provincia, que decidió no exponer su nombre, expresó que más del 50% de los casos que llegan de divorcio a su despacho se inician con pruebas de mensajes de Whatsapp, Instagram, Messenger, correo electrónico y cuanta otra red social sea capaz de comunicarse con alguien que está a 50 metros o a 2400 kilómetros de distancia.

En mi opinión, es necesario conversar con nuestras parejas, hablar sobre si nos estamos aburriendo, si queremos hacer algo nuevo, salir del automatismo diario o simplemente pasar tiempo solos, sin esa simbiosis amorosa que se cae en los primeros meses de relación, ni en la aburrida rutina del paso de los años.

Tratemos de no llegar a ese jueguito de responder mensajes de personas casadas, o con parejas. Nos conocemos todos. Aprendamos a ponernos en el lugar del otro, para comprobar si con el paso del tiempo logramos que ese hábito patético de seducción ficticia disminuye o termina. Mensajearte con otra persona estando en pareja no te hace sentir infiel, pero lo sos.

Colaboradora: Profesora en psicologia y licenciada en gestion educativa