Después de tanto insistir, con un tiro sin ángulo de Harry Kane y un cabezazo de Maguire que se estamó en el palo, finalmente Inglaterra logró abrir el marcador con una jugada desde la banda izquierda a los 34 minutos. Luke Shaw envió un centro directo a la cabeza de Bellingham, quien supo acomodarse rápidamente para colocar la pelota por encima del arquero.
El partido se abrió para los ingleses tras el gol y encontraron rápidamente un nuevo tanto para estirar el resultado a los 43. En otro tiro de esquina, Maguire le bajó el balón a Saka y éste sacó un potente remate desde la puerta del área que dejó sin opciones a Hossein Hosseini, que sufrió dos goles instantáneos tras ingresar desde el banco de suplentes.
Todavía iba a quedar tiempo para un tercer grito antes del cierre de la primera mitad. En esta ocasión fue tras un despeje de Pickford y una equivocación del defensor iraní que aprovechó Harry Kane. El goleador del Mundial pasado, en este caso ofició de asistidor y vio como Sterling se metía dentro del área para definir.
El segundo gol inglés cayó como un baldazo de agua fría para los asiáticos, que venían jugando un partido inteligente hasta los minutos finales. A los 8′ del tiempo adicional (se agregaron 14 minutos), Irán iba a tener su primer disparo en los pies de Jahanbakhsh, el cual no ocasionó ningún peligro tras pasar muy por arriba del travesaño.
Pese a tener una diferencia de tres goles, los ingleses salieron al complemento con las mismas instrucciones que en la primera mitad, mientras que los dirigidos por Queiroz se posicionaron unos metros más arriba con el objetivo de poder descontar en el marcador.
Con un Irán totalmente perdido, Inglaterra volvió a convertir para sentenciar el partido a los 61 minutos. En una buena noche de Saka, el joven de 21 protagonizó una jugada por la izquierda, amagó a tirar en dos ocasiones hasta que finalmente sacó un disparo cruzado que superó al arquero para decretar su doblete y el 4-0 parcial.
En una distracción de la zaga central, y de manera inesperada, los asiáticos lograron descontar con un fuerte tiro de Mehdi Taremi en la primera jugada de peligro a los 65. Sin embargo, ese mínimo de esperanza que habían recobrado se apagó rápidamente con el quinto tanto de la selección inglesa, que llegó cinco minutos después gracias a un buen disparo a colocar del recién ingresado Marcus Rashford.
En los últimos 10 minutos, los dirigidos por Gareth Southgate voliveron a su plan inicial en el que priorizaron la tenencia del balón y la búsqueda de espacios. Lejos de bajar la intensidad, continuaron atacando al punto de convertir el sexto tanto a los 89. Tras un pase en pase en profunidad, Callum Wilson tomó la pelota, corrió hasta la línea de fondo y habilitó a Jack Grealish quien definió desde adentro del área chica con el arquero ya vencido.
Sobre el final del partido, y dentro de los 10 minutos de descuento que dio en la segunda mitad, Irán volvió a descontar tras un penal que concedió el árbitro tras revisar un forcejeo en el VAR. Desde los doce pasos, Taremi cambió la falta por gol y sumó un doblete en su cuenta personal.