Internet es para adolescentes y jóvenes sinónimo de redes sociales. En ellas se encuentran, socializan, se entretienen, pero también la pasan mal. Así lo reveló un estudio en el Reino Unido que reveló que estas plataformas les provocan depresión, ansiedad, problemas de sueño e inseguridad. El informe incluye un ranking del impacto en la salud mental de las más populares. YouTube encabeza la tabla como la más positiva, mientras que Instagram -seguida de cerca por Snapchat- es la más perjudicial.

 

Para el trabajo “Redes sociales y salud mental y bienestar de los jóvenes”, especialistas de la Sociedad Real de Salud Pública (RSPH, por sus siglas en inglés) y de la Universidad de Cambridge realizaron una encuesta entre casi 1500 jóvenes de entre 16 y 24 años. Las preguntas estaban orientadas a indagar cómo se sentían en las cinco redes más populares: Facebook, Instagram, Snapchat, Twitter y YouTube.

 

En base al puntaje que los chicos le daban a si ciertos factores positivos y negativos relacionados con su bienestar se veían favorecidos o perjudicados a través de su experiencia como usuarios, el peor promedio se lo llevó Instagram. La red social en la que la imagen es todo afecta negativamente la imagen corporal que tienen de sí mismos, las horas que le dedican al sueño (y la calidad de este), y agudiza su miedo a quedarse afuera de algo si uno no está conectado (FoMO, por sus siglas en inglés). También refirieron que empeora la ansiedad (y en menor medida la depresión y la soledad), y el ciberacoso. Segunda en el ranking se ubicó Snapchat, seguida por Facebook y Twitter. La única que obtuvo un buen promedio fue YouTube, que logró altas valoraciones positivas en dos tercios de los ítems (aunque es la que más horas de sueño les quita).

 

Las redes sociales están intrínsecamente ligadas a la salud mental, afirman las autoras del trabajo. “Debemos esforzarnos por comprender su impacto, especialmente en la población más joven”, que es la que hace un uso más intensivo de ellas, sostiene Shirley Cramer, de la RSPH. La especialista destaca como fortalezas que estas plataformas promueven el sentimiento de comunidad, facilitan el suministro de apoyo emocional y tienen un potencial como catalizador positivo de la salud mental. “Pero también hay riesgos que si no se abordan pueden y ya han abierto la puerta para que causen problemas significativos para el bienestar de los jóvenes. Ser un adolescente es bastante difícil, pero las presiones a las que se enfrentan online los jóvenes son sin duda únicas para esta generación digital. Es de vital importancia tomar medidas preventivas”.

 

Algunas de las medidas que propone el informe son: que los usuarios reciban una notificación (un pop-up) de la aplicación avisándoles del exceso de uso, que la red advierta cuando una foto está manipulada digitalmente y que se realicen campañas de concientización sobre estos riesgos en el ámbito escolar.