Los primeros dos meses del año serán vitales para la mina subterránea de diamantes Snap Lake, ya que la empresa De Beers inició acciones para inundarla completamente. La decisión parece descabellada en un primer momento, sin embargo, encuentra sustento en las difíciles condiciones en las que se desarrolla la actividad en dicho inhóspito lugar cerca del Ártico. Según fuentes internacionales de la empresa, la intención principal es preservar los recursos naturales (diamantes) dentro del yacimiento. Las temperaturas pueden bajar hasta menos de 50 grados y durante la mayor parte del año el acceso sólo se puede realizar por aire o carreteras de hielo.
La futura inundación no solo tiene como objeto mantener sobre el papel el valor de los recursos que posee. De hecho, la principal razón son los costos: un cierre completo hasta que se efectúe su venta conllevaría una rehabilitación mucho más cara. “Además la compañía va a ahorrar mucho dinero sin la necesidad de mantenerla seca”, explicaron autoridades de Beers. El llenado de la inmensa reserva de diamantes llevará entre un mes y medio y dos meses. Luego serán 35 personas las que se encargarán del mantenimiento, según fuentes oficiales. Además, se construirá una carretera de hielo para transportar combustible y otros suministros, así como retirar el inventario y todo el equipamiento de la mina, que hasta ahora, solo era transportable por avión.
Cabe destacar que el yacimiento Snap Lake es uno de los protagonistas de la reconocida serie documental “Desafío bajo Cero” del canal NatGeo, donde se cuenta la vida de camioneros que arriesgan su vida en carreteras heladas alrededor del mundo.
Un gigante que debe esperar
La mencionada mina de diamantes se encuentra en Snap Lake, a 220 kilómetros de Yellowknife, la última ciudad antes de llegar a las zonas árticas del noroeste del Ártico. Fue la primera de mina que abrió la compañía minera fuera de África y desde 2005 ha invertido más de 2.000 millones en su construcción y explotación. Llegó a dar trabajo a más de 700 personas al año de forma directa, pero hora solo emplea a alrededor de 400 trabajadores. Las proyecciones de De Beers contemplaban una vida útil hasta 2028 y una estimación de 16 millones de quilates en materiales preciosos. Pero el yacimiento no ha ofrecido la calidad y el volumen esperado por la compañía, que no ha podido sobreponerse a los desafíos que suponía lograr rentabilidad de esta inmensa mina, especialmente desde la caída de precios de las materias primas que inició en 2014.
Analistas internacionales de la consultora Sanford Bernstein apuntan a que la decisión tomada por la compañía implica de alguna manera “congelar para siempre la mina”, explicando que la reapertura puede llegar a ser teóricamente posible, pero sería extremadamente caro lograrlo, porque “habría que eliminar con bombeo toda el agua y asegurar nuevamente todas las instalaciones eléctricas, lo que requeriría una fuerte inversión, que solo puede ser asumida por alguna mega empresa minera”. Sin embargo, analistas de De Beers, aseguran que dicho costo es aún menor que el que requerirían para mantener el yacimiento en condiciones hasta la eventual venta del mismo.
-50 es la temperatura que puede alcanzar el interior de la mina de diamantes Snap Lake, localizada en territorio Ártico.