Cumbre. Luego de la reunión, los miembros de la Corte local invitaron a los 25 ministros de las 19 provincias que asistieron a que conocieran al Centro Anivi y el edificio de Flagrancia.

 

San Juan fue sede ayer de la Junta Federal de Cortes y Tribunales Superiores de Justicia de las provincias y la Ciudad de Buenos Aires (Jufejus) y este medio habló con cinco cortistas en cuyos distritos la investigación penal está en manos de los fiscales. En estas tierras, el tema está en agenda, ya que a pesar de que las causas hoy las llevan los jueces, todo va encaminado al llamado sistema acusatorio.

Ya se estrenó el procedimiento de Flagrancia, el mecanismo de juicios exprés para delincuentes atrapados in fraganti, y hay una comisión que está elaborando el anteproyecto para que las averiguaciones de todos los delitos las encaren los agentes del Ministerio Público. En ese contexto, los magistrados consultados marcaron los claroscuros del mecanismo.

Todos coincidieron en un punto central: que la investigación la tiene que hacer el fiscal y que los jueces deben ser los garantes del control. En ese marco, Emilio Castrillón, de la Corte de Entre Ríos, fue uno de los más críticos al señalar que al mecanismo “hay que perfeccionarlo, los Ministerios Públicos deben tener una especialización que no tienen. Los fiscales no están capacitados para hacer ese tipo de investigación”. Además, agregó hay que “entender que la promoción de la acción es en beneficio de la comunidad y no en beneficio particular para que rebote en los medios y se crea que se está haciendo una labor eficiente”.

En un tono similar, Clara Langhe de Falcone, del tribunal jujeño, destacó que “cuando el fiscal cree que además de investigar es el juez, el sistema se viene abajo”. Inclusive fue más allá y explicó que “en muchos casos, se pone en acuerdo con la Policía, le lleva al juez hechos que no son reales porque a su criterio cree que ese individuo debe ser juzgado y penado. Gracias a Dios tenemos jueces que han dicho basta”.

En cambio, Luis Lozano, de la Corte de la Ciudad de Buenos Aires, indicó que en el sistema acusatorio “la víctima tiene una mejor participación” y que se aceleran los plazos, ya que el mecanismo tradicional “le daba al juez mucha posibilidad de insistir y dar vueltas y eso redunda en una prolongación del trámite”. Eduardo Fernández Mendía, de La Pampa, expresó que “en las causas con detenidos la resolución es muy rápida”, mientras que Rafael Gutiérrez, de Santa Fe, señaló que “hay mucho acuerdo (juicios abreviados y probation) entre los defensores y fiscales. Algunos dicen que esto es satisfactorio, otros que no”.