Un grupo de investigadoras del Instituto de Ingeniería Química y el Instituto de Biotecnología de la Facultad de Ingeniería están desarrollado un nuevo proceso para obtener biocombustibles a partir de los residuos de la actividad olivícola. El método emplea cal para obtener azúcar a partir de la celulosa que contienen en forma cubierta los alperujos (desechos de la elaboración de aceite) y los restos de poda de olivos, para posteriormente transformarla en bioetanol (ver infografía). Si bien la investigación está en la fase experimental, lo interesante es que promete un gasto no muy caro en el desarrollo económico a escala industrial porque para su elaboración usa además materia prima existente en la provincia como es la cal. Además, el biocombustible obtenido de la basura tiene las mismas características que los de producción de caña de azúcar, uno de los cultivos más importantes para su elaboración. Esta técnica fue desarrollada por Cristina Deiana, directora de la Maestría de Tecnologías Ambientales y las investigadoras Laura Herrero, Arminda Mamaní y Laura Montoro, y será presentado junto a otras investigaciones en el II Simposio de Residuos Agropecuarios y Agroindustriales del NOA y Cuyo.
Comienza hoy por primera vez en San Juan, hasta el viernes 5 y reunirá aquí a 5 calificados investigadores nacionales e internacionales además de referentes del INTA, INTI, ministerios de Producción, de Medio Ambiente, Ciencia y Técnica y universidades de la región. El objetivo de este encuentro científico es avanzar en el tratamiento de los residuos y efluentes agropecuarios y agroindustriales de las principales cadenas productivas de estas zonas.
""Antes los residuos se escondían bajo la alfombra. Hoy los estamos viendo como posibles elementos para generar cadenas de valor, y se ha logrado una fuerte participación del sector gubernamental que toma las decisiones y del sector productivo que los genera", dijo Pablo Monetta, desde el INTA San Juan. En el caso del etanol obtenido a partir de los desechos olivícolas, que es de segunda generación; se unen dos metas: resolver los problemas ambientales por la generación de grandes cantidades de residuos y el incremento de la demanda de combustibles fósiles que conllevan contaminación ambiental, brindando una alternativa no contaminante como el biocombustible. Deiana destacó que la importancia reside en que se obtiene justamente de residuos y no de la fermentación del azúcar procedente del maíz o la caña de azúcar que es criticada porque compite con la generación de alimentos para la población. Agregó que la industria aceitera en San Juan produce unas 90 mil toneladas de alperujos además de otras 39 mil toneladas de restos de poda de olivos.
Un encuentro de gran relevancia científica
El simposio que arranca hoy en la provincia busca establecer vínculos entre distintos grupos de investigación, productores, profesionales y estudiantes que desempeñan sus actividades en producciones agropecuarias y agroindustriales de cadenas productivas de provincias cuyanas y del NOA: vitivinícola, olivícola, forestal, frutihortícola, ganadera, etc. Las actividades se realizarán durante todo el día en el Salón Eloy Camus (subsuelo del Centro Cívico) y además de exponerse diferentes ponencias vienen disertantes invitados de Uruguay, España, Buenos Aires, Tucumán y Neuquén.