
Aunque el Estado Islámico se adjudicó la masacre del domingo en Las Vegas, que dejó un saldo de 59 personas fallecidas y otras cien heridas, el FBI no encontró nexos entre el tirador e ISIS.
Stephen Paddock, el multimillonario atacante no dio motivos para llevar a cabo el peor ataque no terrorista de los últimos tiempos en Estados Unidos, sin embargo, en el lujoso hotel en el que se alojó (el Mandalay Bay) y desde donde disparó a quemarropa, se encontraron diferentes objetos y el equipo SWAT habría encontrado también una nota. Aunque no se difundió su contenido, se sabe que están realizando investigaciones en torno a ella.
Paddock tenía 64 años y estaba en pareja con una mujer de 62 años, llamada Marilou Danley; no registraba antecedentes penales y no tenía hijos. Él y su esposa vivían en el medio del desierto en Mesquite, en una casa en la que los investigadores decomisaron armas, explosivos y municiones.

El hermano del asesino contó que este trabajó como administrador de inversiones en complejos departamentales en Texas, California, e hizo una gran fortuna con esa actividad, incluso tenía dos aviones pequeños.
Actualmente estaba jubilado y solía frecuentar casas de apuestas y casinos, en los que permanecía durante jornadas completas.
Los investigadores buscan averiguar qué motivó a Paddock a llevar a cabo la masacre y la carta podría tener una explicación, o al menos una pista, pero su contenido aún no ha sido difundido.
