Este fin de semana, las redes se hicieron eco de una situación ocurrida en la televisión que causó mucho rechazo y llamó a la reflexión a quienes hacen humor en la televisión: Mariano Iúdica y Guido Zaffora improvisaron un sketch junto a Pía Shaw en el que se representaba una escena de abuso, donde ambos hombres besaban a la conductora sin su consentimiento. Aunque ella explicó que estaba pautado, las críticas sobre la gravedad de hacer humor sobre una situación de abuso convirtieron a Iúdica en Trending Topic. Anoche, cuando el programa que él conduce, Polémica en el bar, ciclo histórico y cuestionado por su tono misógino, alzó la estatuilla, las redes sociales estallaron.
Si bien en su discurso de agradecimiento Iúdica ensayó unas disculpas al reconocer que el programa debe "reversionar su humor" y destacar que siempre está "aprendiendo", en referencia al escándalo que se desató por el episodio con Shaw, en una charla con LA NACION reafirmó su idea de que a quien no le guste lo que hace "puede cambiar de canal".
"A Polémica le gusta el humor popular argentino, el que no tiene tanto rollo en la cabeza analizando todo entrelíneas, porque no hay animosidad. No hay mujeres, son temas muy de mesa de hombres, no sé en qué lugar podrá sentirse ofendida la mujer", expresó. "El programa no es para ellas, hay que cambiar el canal. Es un programa de hombres. De la actualidad vista por una mesa de hombres. Está Virginia (Gallardo) que está mucho más presente, ex profeso", agregó.
Aunque dijo estar de acuerdo con que "hay algunas formas de humor que no van más", aclaró que las críticas en Twitter responden a un "microclima" y que en su casa tiene a sus hijas para corregir sus errores. "Esto que pasó tiene una cuestión de educación para mí como humorista de que hay cosas que no, aunque sea mi amiga. Ella es mi compañera de años y mi amiga. Pero con eso y todo hay que tener un reparo. Nos estamos educando. Somos una generación que se educó con otro tipo de humor. En Twitter hay un microclima especial, el maltrato del anónimo es muy potente, te desconcierta. Mis hijas son muy activas de este movimiento que nos está sorprendiendo a todos y me marcan las cosas, y lo tengo en mi casa a toda esta corrección. Si vos querés corregir a alguien lo mejor es enseñarle, si lo agredís, es muy difícil. En mi casa mis hijas son bravísimas, me enseñan en una cuestión que es nueva para los que somos comunicadores y hacemos humor en televisión", concluyó.
Fuente: La Nación