Víctima. Agustín Cataldo tenía 18 años y no pudo sobreponerse a la terrible caída contra el piso tras la trompada que le dio Guevara.

 

Mauricio Guevara (34) había sido indagado por un delito grave: el homicidio simple de Agustín Cataldo (18), que no es excarcelable por la escala de castigos: de 8 a 25 años de prisión. Pero en las últimas horas, el juez subrogante en la Segunda Circunscripción Judicial con asiento en Jáchal, Hugo Quiroga, decidió que esa calificación no debía prosperar porque del análisis de toda la prueba de ese polémico episodio ocurrido la madrugada del 10 de junio pasado a un costado del puente del río Jáchal, a la salida de un boliche, Guevara no tuvo intención de matar a Cataldo cuando le dio una trompada (supuestamente porque le pateó el auto) y lo tumbó pesadamente contra el piso. Cataldo murió 30 días después.

 

Mauricio Guevara (34) podrá volver a su casa una vez que rinda la fianza de $50.000 que le impuso el juez Hugo Quiroga.
 

El juez compartió el planteo del defensor César Jofré, y consideró que ese crimen debía calificarse como homicidio preterintencional, un delito que se configura cuando alguien sólo tiene la intención de causar un daño en la salud de otro, pero no su muerte. Y como el delito permite la excarcelación, el magistrado le fijó a Guevara una fianza de $50.000 para recuperar su libertad, informó ayer Jofré.

 

"Guevara jamás buscó matar a ese chico. Y así lo entendió también el señor juez"

CÉSAR JOFRÉ – Abogado defensor de Guevara

 

 

"Esta defensa entendió que a la luz del informe del médico forense y de toda la prueba colectada para esclarecer este lamentable episodio, cabía imputarle a mi cliente una figura atenuada del homicidio porque Guevara jamás buscó matar a ese chico. Y así lo entendió también el señor juez", dijo ayer el letrado.

El caso Cataldo siempre fue polémico. Su familia dijo que no hizo nada para recibir el golpe. En el entorno de Guevara, en cambio, dijeron que esa vez pateó su auto y el de otros al salir del boliche.