Luego de que la Comisión Interdisciplinaria Evaluadora de los Informes de Impacto Ambiental (Ciaem) dispusiera cambios, Deprominsa, la empresa a cargo del proyecto Josemaría, comenzó a presentar los estudios correspondientes para tener el OK final del dique de colas, el que, junto a la planta de procesamiento, será el corazón de la mina. Entre los informes que dieron a conocer al comité evaluador, figuró el de sismicidad, esto es, la actividad sísmica que tiene el lugar, su frecuencia e intensidad a lo largo del tiempo. Así, la firma expuso que construirá un dique de colas cuya estructura soporte un terremoto de magnitud de 7,5, el que no se ha registrado en la provincia, ni para el terremoto de 1944 ni de 1977 (ambos, de 7,4), ni tampoco en el de enero de 2021, que fue de 6,4. Además, presentaron datos geológicos sobre la composición y propiedades de la zona donde tendrán asiento las futuras construcciones (ver infografía). Junto a ambos estudios, durante octubre se exhibirán informes sobre la estabilidad del dique de colas y la evaluación ambiental, por lo que, de no haber inconvenientes, esa etapa del proyecto minero podrá tener su aprobación a fin de año, según indicó Daniela Gómez, directora de Evaluación Ambiental Minera.

La presentación de informes sobre cambios en el dique de colas había sido adelantada por el ministro de Minería, Carlos Astudillo, quien, el mes pasado, indicó que se iba a comenzar con el nuevo estudio sobre "una de las obras más importantes que va a tener la mina", que pretende explotar oro y cobre en el Norte sanjuanino, con una inversión estimada de 4.000 millones de dólares y 19 años de producción. En la presentación del Informe de Impacto Ambiental (IIA), la empresa Lundin había propuesto un dique de colas denominado "eje central", de los que hay antecedentes en Chile y Brasil, pero las autoridades provinciales apostaron por uno llamado "aguas abajo", lo que implica, según había dicho Astudillo, que sea "mejor y más seguro", aunque "de más cara construcción porque se necesitan hacer estudios de la base, las características de la roca, de las paredes donde se va a anclar, al que se le tiene que poner más material, además de la impermeabilización".

Dichos datos surgieron ayer por parte de Alejandro Demonte, ingeniero civil y gerente general de la firma Knight Piésold, que estuvo a cargo de los estudios geológicos y sísmicos. Sobre los últimos, la consultora indicó que, para la presa, se definieron dos tipos de sismos: uno de base operativa y otro de diseño máximo. Para el primero, se realizó un diseño para un evento sísmico de 7,5 grados, el que puede ocurrir una vez cada 200 años, según las fallas geológicas que pasan por el lugar. Mientras que, para el segundo, se tuvieron en cuenta terremotos que van entre los 8 y los 9,25 grados, dependiendo de si son sismos de subducción intraplaca o subducción de interfase. Un punto que aclaró la empresa es que las dos principales fallas que cruzan el dique de colas, denominadas Mogotes y Macho Muerto, "se han considerado en los análisis de peligro sísmico probabilístico, a pesar de no encontrarse evidencia de movimientos en el área de estudio".

Gómez dijo que, de no haber nuevos pedidos, la aprobación del dique de colas "podrá salir a fin de año", mientras que Carolina Laumann, gerente de Comunicaciones de Josemaría, resaltó que "el proyecto está avanzado, pero no hay fecha formal del inicio de la construcción de la mina".

 

Altura

230 Son los metros de altura que tendrá la presa principal de las tres que conformarán el Depósito
de Colas.

Comisión

El comité evaluador está integrado por organismos como Minería, Salud, Hidráulica, Recursos
Energéticos, la Secretaría de Ambiente, CIPCAMI, Deam, Inpres, UNSJ, UCCuyo e INTA, entre otros.