El equipo del Barcelona volvió éste miércoles a la Ciudad Deportiva Joan Gamper para someterse a los pertinentes exámenes médicos del COVID-19 antes de iniciar los entrenamientos en solitario en los próximos días.
Fue la primera vez que los jugadores volvieron a pisar las instalaciones del club después de que se inició su cuarentena el 13 de marzo, tras confirmarse la suspensión del encuentro que tenía planificado contra Napoli en el Camp Nou por Champions League.
Los futbolistas arribaron en sus respectivos autos y respetando las normas de distanciamiento social que rigen en España.
A partir del 11 de mayo, cada profesional deberá arribar en su auto particular y se contemplará que entrenen como máximo seis futbolistas en el terreno de juego. También se mantendrá el distanciamiento social dentro del campo, incluso manteniendo el doble de la distancia aconsejada por las autoridades médicas. El gimnasio sólo podrán usarlo como máximo dos jugadores a la vez y también respetando la distancia.
En cuanto a la vestimenta, la institución deberá entregar en una bolsa biodegradable y cerrada la ropa para el entrenamiento del día siguiente. Posteriormente, los futbolistas deberán guardar en esa misma bolsa la indumentaria ya utilizada para entregarla al personal de limpieza de la institución una vez que retornen al centro de entrenamiento.
LaLiga ha dado luz verde para realizar estas pruebas a los jugadores del Barça una vez finalizada la inspección que se llevó a cabo este martes en las instalaciones que el club tiene en Sant Joan Despí.
Los futbolistas podrán ejercitarse individualmente en la Ciudad Deportiva una vez se conozcan los resultados y, según avance la desescalada, el club irá adaptando los protocolos de trabajo para que las sesiones puedan ser cada vez más parecidas a las habituales.
Todo parece indicar que el próximo lunes 11, tanto el Barcelona como el Real Madrid volverán a pisar el césped.
La institución madrileña, en tanto, está realizando un camino similar en Valdebebas, centro de entrenamiento al que acudieron las estrellas merengues en pequeños grupos, también respetando rigurosamente las normas de higiene.
El fútbol profesional español comenzó este lunes su particular operación retorno hacia esa denominada ‘nueva normalidad’ y a un camino lento, obligado a ser muy meticuloso y estricto, con el objetivo puesto en que se reanuden las competiciones en junio.
Desde el 10 de marzo, que se disputó ya a puerta cerrada el aplazado Eibar-Real Sociedad en Ipurúa, está detenido el torneo liguero en la máxima categoría, LaLiga Santander, mientras que la división de plata, LaLiga Smartbank, paró su actividad dos días antes con la trigésima primera jornada.
El estado de alarma decretado por el fuerte impacto de la pandemia del coronavirus en España cerró a cal y canto el fútbol, cuyas instituciones no han cesado de trabajar en busca de una solución en forma de reanudación cuando las autoridades sanitarias, ante la evolución de la enfermedad, lo estime conveniente.