El imaginario popular relaciona al tango con una danza donde el hombre decide, conduce, guia y la mujer acompañar. Desde un tiempo a esta parte ese modo de interpretar el 2×4 parece haber comenzado a cambiar.
Hoy, en el Día Nacional del Tango -instituido en 1977 el día del natalicio de Carlos Gardel y de Julio De Caro- DIARIO DE CUYO consultó a referentes del tango y la milonga en San Juan para conocer cuál es hoy el lugar de la mujer en esta danza tan popular, si se modificaron algunos códigos con el reclamo de igualdad que claman grupos feministas y la mujer en general. Y tal parece que los cambios sí llegaron a la música ciudadana que se baila y enseña en San Juan. Los entrevistados coincidieron en que es normal ahora que la bailarina también aprenda el rol del hombre en el baile; que tenga más iniciativa a la hora de improvisar una coreografía, o que una mujer pueda enseñar tango por sí misma sin tener que hacerlo con una pareja hombre como se estilaba; y en las milongas (que en la ciudad hay tres en actividad constante) hasta se puede saltear- si se anima- el código del cabeceo.
"No ha cambiado el tango en general, porque hay una persona que lleva y otra que sigue. Lo que ha cambiado es que los hombres hemos aprendido un poco más el rol de la mujer, de escucharla más’ apunta Diego Escobar, coreógrafo y bailarín cordobés afincado aquí, para quien ese intercambio de roles ha enriquecido al baile.
Esa cercanía para moverse en la pista, en el tango de escenario (que como su nombre lo indica es el tango coreografiado, de exhibiciones y shows) hace que se haga necesario tener mucho cuidado. "No la puede hacer trastabillar, no la puede golpear ni maltratar. Ella si bien se deja conducir, no es una muñeca que se lleva para todos lados. Con el correr de los años en mas de 100 años todo cambió. Recuerdo que en los 90, vi el espectáculo Forever tango, salían las bailarinas desnudas, las tocaban todas, para que la gente creyera o viera erotismo. A mi me parece que el tango es sensual porque hay una cercanía pero no por eso hay que toquetearse. Yo pensé nunca haré una coreografía donde a la mujer se la trate como un objeto’ aseguró Gerardo Lecich, fundador del Ballet San Juan Nuestro Tiempo que incluso apuntó como un dato no menor el vestuario, considerando que puede lucirse un traje sugerente, pero sin pasarse. "En el tango de escenario las chicas lucen tajos, piernas y recursos, los varones creo que tenemos que ser muy respetuosos, como hay un pacto coreográfico que hay que respetar’ dice Lecich.
Sobre los cambios que ve en las nuevas generaciones de bailarines, Lecich habla de una sensibilidad distinta en los muchachos que bailan tango y en la actitud de las chicas. "Son muy independientes actualmente, que me parece excelente que sea así, no están de acuerdo que un varón las tome de la cintura y les proponga un movimiento; yo les explico que como somos dos personas uno tiene que hacer un rol y otro el otro rol’ dice el coreógrafo que apunta que es un trabajo de a dos.
Para la milonguera Romina Oropel en el tango de salón el privilegio siempre ha sido el la mujer, que lejos de estar relegada es la que "tiene el poder’ (porque recuerda que el tango surgió en los burdeles donde mandaban las mujeres) y asegura que es la danza que más permite a la mujer ser quién es. "La mujer en el baile es la reina, pero en el buen sentido, no de figura decorativa, sino la que decide, porque en la milonga no sacan a bailar los hombres. En el código del cabeceo es la mujer la que puede decidir’, apuntó Romina que sostiene que gracias a la desinformación el tango es mal visto.
Así, la nueva década llegara con aires de renovación también en una danza apuntada-quizás injustamente- como machista y cosificante, que camina con firmeza hacia un plano de igualdad.
Analía Miodowky
Milonga La Fulana
"Antes las milongas eran más estructuradas, de la única manera que la mujer podía bailar era si ella miraba con quién quería bailar y él te cabeceaba. Hoy hay milongas más relajadas, en algunas, las mujeres bailan entre ellas, o se han animado a sacar a bailar al hombre".
Daniela Gil
Profesora de tango
"Tiene más protagonismo la mujer. En las clases ahora puede enseñar una chica o un varón y son respetados de la misma manera. La gente por ahí prefería un profe varón, porque en el tango el hombre es el que lleva, o la mujer no aprendía el rol del varón, y hoy es distinto".
Diego Escobar
Bailarín y coreógrafo
"He visto hace rato en milongas en Bs As chicos bailando entre ellos, chicos con tacos de tango, mujeres bailando muy bien el rol de hombre, de hecho mujeres que se presentan juntas como pareja en el Mundial de Tango, incluso vestidas de hombre".
Romina Oropel
Romina y Elías Tango
"Se crean mitos acerca del tango y yo creo que el tango es uno de los bailes en donde la mujer es más respetada, valorada. Lo que pasa es que hemos visto muchas situaciones, muchos clichés donde la mujer parece una muñeca de trapo donde el hombre es el macho áspero y es todo lo contrario en el tango de salón".
Gerardo Lecich
Coreógrafo y bailarín
"Las mujeres de antes eran más sumisas, de respetar a rajatabla a los tipos. Ahora no hay tipos. Hay personas. Los más jovencitos tienen una percepción distinta. La mujer es la compañera, no es la esclava, la sirvienta. Estamos a la par. Es una pareja de tango, el nombre empareja todo y ahora es más verdadero que nunca.