La gala de la 89° edición de los Oscar en el Teatro Dolby, de Los Ángeles, arrancó a puro ritmo. Fue Justin Timberlake el encargado de abrir la ceremonia de la gran velada de Hollywood con su canción nominada Can’t Stop the Feeling, de la película Trolls.
El músico pop sorprendió a la audiencia de celebridades ingresando desde la puerta principal y avanzando al escenario entre los invitados. Y lo cierto es que la actuación de Justin fue una verdadera fiesta: el artista hasta se bajó del escenario en el estribillo de la canción e hizo bailar a Javier Bardem, Meryl Streep, Jeff Bridges y tantas otras figuras que disfrutaban del inicio de la velada sentados desde la primera fila del teatro.
Luego, Timberlake fue el encardado de presentar a Jimmy Kimmel, que aprovechó el momento y arrancó con su monólogo haciéndole un chiste al ídolo pop:"Es una gran noche para Justin porque después de esta presentación, sus ex compañeros de N’Sync lo dejarían volver a la banda…".