Un jubilado de 71 años comenzó ayer a ser juzgado por el juez de garantías Diego Sánz, acusado de haber abusado sexualmente de dos de sus nietas, dos hermanas de 15 y 11 años. Según la acusación que mantiene la coordinadora de la UFI ANIVI Valentina Bucchiarelli, en las maniobras que le imputan al sospechoso hubo una niña más perjudicada, la mayor. A ella -explicaron- la propia chica dijo que cinco años atrás su abuelo la agarró a la fuerza y la besó, pero además le ofrecía dinero a cambio de estar a solas y cada tanto se despachaba con frases como ‘que lindo cuerpo tenés’.
A la menor de las niñas la besó el pasado 5 de marzo. Para ese momento la madre de las chicas ya estaba al tanto de lo que le había pasado a la mayor, y por eso denunció el hecho tres días después. Entonces las defensoras Ana de la Torre y Marcela de la Vega apelaron y el juez de Impugnación Juan Carlos Caballero Vidal (h) excarceló al jubilado.
Ayer, sus defensores cuestionaron una de las pruebas claves contra su cliente, el informe psicológico, con la oposición de Fiscalía, pues de las conclusiones de las dos psicólogas que abordaron a las menores, se desprendió la existencia de marcadores o indicadores que atravesaron una situación de abuso sexual a manos de su abuelo, precisaron.
En la primera audiencia, el sospechoso negó haber cometido abusos contra sus nietas. Habló de ser un hombre de respeto y atribuyó la denuncia en su contra a un problema que tuvo con la madre de las niñas, indicaron.
Hoy, sigue el debate.