
"¿Sabe por qué es tan popular mi fusil automático? Porque es el regalo de un soldado a otro soldado. Lo más importante es su sencillez, pero no porque yo fuese torpe. Para un diseñador, lo más difícil es hacer algo que no sea complicado. Diseñar productos complicados es muy fácil", contaba Mijaíl Timoféyevich Kalashnikov. En la memoria del periodista polaco Jacek Hugo-Bader, que lo entrevistó en 1993 cuando ya había superado la barrera de los 80 años, aquel sargento -devenido en mayor general- contestaba las preguntas con humildad. Su invención era un fusil famoso por su seguridad, que podía funcionar en las condiciones climáticas más adversas. No se encasquillaba casi nunca, ni siquiera en el agua, el barro o la nieve. Era tan sencillo que podía desarmarse y armarse con facilidad. Todos los países del Este lo habían adoptado para sus ejércitos y también naciones africanas. Cuando Hugo-Bader entrevistó a Kalashnikov, el AK-47 sumado al AK-74 -su versión más moderna- era el arma de mayor producción de la historia.
DE LA SIBERIA PROFUNDA
Mijaíl Kalashnikov nació el 10 de noviembre de 1919 y era el decimoséptimo de los 19 hijos de una familia campesina de la aldea de Kuria, perdida en las estepas siberianas de la región de Altái. Era un pueblo aislado, a unos 60 kilómetros de las vías de tren más cercanas, una distancia que Mijaíl no recorrió hasta que tuvo 17 años. Fue entonces cuando vio el primer artefacto mecánico complejo de su vida: una máquina de vapor. Le gustó el tren y consiguió trabajo en los talleres ferroviarios, hasta que en 1938 fue reclutado por el Ejército Rojo. Lo destinaron a una división de tanques donde estudió esos aparatos. Descubrió que podía mejorar el funcionamiento del motor, ahorrando combustible. Su invento llegó a manos del general Gueorgui Zhúkov, por entonces comandante en jefe de la región militar de Kiev. Eso le valió el ascenso a sargento.
Estaba destinado en Leningrado con su división de tanques cuando en octubre de 1941 fue herido en un brazo por una bomba en la batalla de Briansk. En el hospital, conversaba con otros soldados en su misma situación y prestó atención a una queja que todos repetían, lo anticuadas y poco maniobrables que eran las carabinas soviéticas. Allí, en la cama del hospital, diseñó los primeros bocetos de un nuevo fusil de asalto. En eso estaba todavía cuando terminó la Segunda Guerra Mundial.
NACE EL AK-47
En 1945 Kalashnikov, junto con varios famosos armeros soviéticos, entró en el concurso abierto por la dirección central de artillería para desarrollar un fusil automático para el cartucho intermedio. Presentó el primer proyecto en 1946 y en una primera etapa le recomendaron hacer algunas modificaciones y mejoras. Pero el jurado del concurso supo apreciar la potencialidad del diseño y puso a dos expertos armeros para que colaboraran con él.
En 1947 el arma fue preseleccionada para el concurso final, junto con los fusiles desarrollados por Deméntiev y Bulkin. La decisión a favor del futuro AK-47 no fue fácil ya que ninguno de los tres fusiles respondía a los requerimientos exigidos por el Ejército en cuanto a la precisión de tiro por ráfagas. Sin embargo, los militares decidieron sacrificar la precisión a favor de la sencillez, facilidad de manejo y fiabilidad. El fusil de Kalashnikov respondió mejor a todas esas características y en 1949, tras varias modificaciones, fue adoptado como arma principal reglamentaria de infantería bajo la denominación AK, o "Avtomat Kalashnikova Obraztsá 1947" o, más sencillamente AK-47. Su producción a gran escala comenzó en la fábrica de maquinaria Izhmash de la ciudad de Izhevsk, donde se instaló el grupo de diseñadores con Kalashnikov a la cabeza.
PACTO DE VARSOVIA
El AK-47 fue adoptado como arma oficial de los países del Pacto de Varsovia. También la Unión Soviética se lo proveyó a China en la guerra de Corea. Las tropas de Vietnam del Norte y las guerrillas del Vietcong también lo utilizaron contra las tropas francesas y estadounidenses en la guerra de liberación de Vietnam. En la década de los 60 se transformó en el arma más utilizada por las guerrillas anticoloniales en África y Cuba armó con el AK-47 a su ejército después de la Revolución.
"Cuando vi fotografías de guerrilleros africanos y cubanos utilizando mi fusil, me emocioné. Porque esa era mi intención, un arma sencilla que pudieran utilizar soldados que no son profesionales", le dijo Kalashnikov a Hugo-Bader en uno de los pocos momentos distendidos de la entrevista de 1993.
En sus Memorias dejó escrito: "Estoy contento de haber dedicado toda la vida a algo que era necesario para el pueblo. Claro, un arma no es tractor, una sembradora o un arado. Con un arma no se puede arar la tierra ni cultivar cereales. Pero sin ella uno no podrá defender su tierra natal, no podrá proteger la patria y a su pueblo".
(Fuente: Infobae)
- Eficacia del AK-47
En 1971 Kalashnikov obtuvo el grado de coronel, con un doctorado honorario de la ciencia, de la ingeniería y la Orden de la Bandera Roja del Trabajo, la Orden Patriótica de la Guerra de primera clase y la Orden de la Estrella Roja. Luego ascendería a mayor general, el más alto grado del Ejército Rojo. El fusil fue un éxito que le valió el Premio Stalin de Primera Clase y otro ascenso. Con el tiempo se convirtió en el diseñador general de armas de la Unión Soviética.
Un fusil AK de calibre 7,62 puede atravesar una plancha blindada de 7 milímetros de grosor a una distancia de hasta 300 metros, cualquier casco de la OTAN a una distancia de hasta 900 metros, cualquier chaleco antibalas a una distancia de hasta 600 metros, un obstáculo de arena de 30 centímetros de grosor a una distancia de hasta 500 metros, una viga de madera de 25 centímetros de grosor a una distancia de hasta 500 metros, una pared de ladrillo de 15 centímetros de grosor a una distancia de hasta 100 metros.
Por Daniel Cecchini
Periodista
