La Academia Nacional de Educación se pronunció este martes en contra de la utilización del lenguaje “inclusivo” porque considera que “complejiza la lengua tanto como su enseñanza” y, además, “no contribuyen a señalar la igualdad de los sexos sino que, por el contrario, sugieren la existencia de una rivalidad y no de un encuentro fundamental y profundo entre ambos”.
Con esta declaración, la Academia Nacional de Educación se sumó a las críticas que ya habían hecho públicas en su momento la Academia Nacional de Letras y la Real Academia Española.
“El llamado lenguaje inclusivo supone alterar artificialmente el funcionamiento de la morfología de género en español bajo la premisa subjetiva de que el uso del masculino genérico invisibiliza a la mujer ya que el uso de la @ o de las letras ‘e’ y ‘x’ como supuestas marcas de género inclusivo es ajeno a la morfología del español, además de innecesario, pues el masculino gramatical ya cumple esa función como término no marcado de la oposición de género”, había detallado la RAE en su “Informe sobre el lenguaje inclusivo y cuestiones conexas”.
En el mismo sentido, desde la Academia Argentina de Letras explicaron que el llamado lenguaje “inclusivo” no es un lenguaje, sino “el espejo de una posición sociopolítica que desea imponer un grupo minoritario sin tener en cuenta el sistema gramatical del español”.
Según su visión, se trata de una manipulación de la lengua para condenar la invisibilidad de la mujer. Y por lo tanto, la Academia insistió en que “el género no marcado abarca explícitamente a los individuos de uno y de otro sexo sin menoscabo de nadie”.
Por otro lado, también plantearon que la tendencia al desdoblamiento indiscriminado e innecesario del sustantivo en su forma masculina y femenina (los alumnos y las alumnas) “atenta contra la economía del lenguaje y se funda en razones extralingüísticas”. Por tanto, aunque su uso no es incorrecto recomendaron evitar estas repeticiones “agotadoras y afectadas que hasta lentifican la sintaxis”.
Los cuestionamientos al lenguaje “inclusivo” no tuvieron lugar únicamente en Iberoamérica, sino que la misma polémica se desató en Francia. Allí, tanto la Academie Francaise como el Ministerio de Educación, sentaron su posición contraria a la escritura inclusiva: “Es perjudicial para la práctica y la inteligibilidad de la lengua francesa” a la vez que su “complejidad e inestabilidad constituyen obstáculos tanto para la adquisición del lenguaje como para la lectura”.
Sin embargo, a pesar de la clara postura de las máximas autoridades en la materia, los episodios polémicos continúan repitiéndose, muchas veces incluso protagonizados por autoridades gubernamentales.
Este lunes, en el marco del Día del Periodista, el gobierno de Chaco presentó un manual de buenas prácticas “para una comunicación no sexista”. El mismo fue elaborado de forma conjunta con el Frente de Trabajadoras de la Comunicación del Chaco (FTCCh) y tiene como objetivo trazar políticas públicas con perspectiva de derechos humanos y de género transversales, con el fin de erradicar todo tipo de violencia hacia las mujeres y las diversidades.
El anuncio, sin embargo, quedó en segundo plano después de una llamativa intervención de la vicegobernadora Analía Rach Quiroga, quien encabezó el acto virtual junto al gobernador Jorge Capitanich. Sucedió que la funcionaria, al momento de tomar la palabra, utilizó el lenguaje inclusivo para agradecer “al equipo y la equipa” que trabajó en este proyecto.
Dos semanas atrás, durante el acto por el 25 de Mayo organizado por el gobierno de Santa Fe, en el que participó el gobernador Omar Perotti, la polémica se desató por el cambio con consignas inclusivas de la letra del Himno Nacional Argentino.
La interpretación de la cantante rosarina Evelina Sanzo incluyó una modificación en la frase “Y los libres del Mundo responden…”, que fue reemplazada por “Y LAS libres del Mundo responden”.
Desde la Academia Argentina de Letras también aclararon que por más que el uso de la e o la @ se vuelva masivo “no se podrán institucionalizar porque no responden a la morfología española, la difusión del uso no basta si no se ajusta a las normas gramaticales”.