En nuestra edición anterior el glaciólogo Silvio Pastore, marcó la actual crisis hídrica como "Sequía Perfecta", calificación que surge cuando en un mismo periodo de tiempo de una región, coexisten como en San Juan, elementos meteorológicos, agrícolas, hidrológicos y socio económicos a los que suman la persistencia en el tiempo; el aumento de la temperatura del aire y la mala gestión de todos los actores sociales en la gobernanza del agua.

En esta edición analizaremos que sucede con dos elementos claves: el "Agua Subterránea" y el "Consumo".

BAJO EL SUELO

"Las aguas subterráneas proporcionan actualmente la mitad del volumen de agua extraída para uso doméstico por la población mundial, alrededor del 40% del agua para la agricultura de regadío y alrededor de un tercio del agua necesaria para la industria", señaló el coordinador del Gabinete de Estudios de Geocriología, Nivología y Cambio Climático del Departamento de Geología de la Facultad de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales de la UNSJ; quien a pedido del empresario Francisco Paladini de la firma Lomas del Sol SA realizó una minuciosa investigación presentada a un número reducido de personas.

"Esta información del Centro Internacional de Evaluación de Recursos de Aguas Subterráneas es coincidente con los usos observados en la provincia de San Juan", afirmó el geocientífico agregando luego: "El agua subterránea en el Valle de Tulum constituye el acuífero de agua dulce más importante de la provincia, conocido hasta ahora, cuya explotación se realiza con escasos controles y sin los suficientes estudios que permitan conocer su comportamiento. Adicionalmente su principal recarga por el río San Juan se ha visto obstaculizada por la construcción de los embalses sobre el mismo".

"Esta situación es complementaria a las sequías, que provocan un aumento de la extracción del recurso para suplir el déficit entre la oferta y demanda", indicó para afirmar luego: "Recientemente la Subgerencia INA-SCRAS ha presentado un informe técnico denominado "Evolución del estado hidrológico de la cuenca de agua subterránea del Valle de Tulum", de marzo 2022. Donde queda claro que el agua disponible en los acuíferos no es de libre acceso y explotación, limitando en este sentido la cantidad de agua disponible para los distintos usos y sistemas".

Cabe recordar que este informe hace referencia a la persistencia del acuífero solo por 13 años más, aunque no aclara si es bajo las mismas condiciones actuales de "minería del agua" o sobre explotación creciente o menos demanda. Lo cierto es que "además, el estudio, fechado en marzo de este año, señala que hasta el 2021 estaban disponibles en el Valle de Tulum las reservas más bajas de los últimos 54 años, desde 1967, cuando empezaron a hacerse las mediciones, hasta el año pasado. En el 2021 habían 7.142,85 hectómetros cúbicos -hm3-, contra 8.515,25 de 1967", según el artículo de Claudio Leiva en DIARIO DE CUYO el pasado 20 de marzo.

USO DEL AGUA

En cuanto al consumo del agua, Pastore en su alocución en Santa Lucía enfatizó: "La demanda de agua en base al esquema tradicional de distribución y con las eficiencias de riego actuales es 1.350 hm3/año para el Valle de Tulum, siendo el principal destino la producción agropecuaria, seguida por el consumo humano y por último el industrial", usando como fuente el Consejo Provincial par a Control de Embalse y Seguridad de Presas.

Los porcentajes de uso del recurso para cada sector "se han estimado tomando como fuente de información los consumos de la provincia de Mendoza, el de la República de Chile y los datos locales de publicaciones o notas periodísticas de las reparticiones públicas -ver infografía-, con el promedio de consumos para los años 2016 al 2021, la variación de los porcentajes para el corriente ciclo 2021/2022 y su proyección para el próximo año, considerando las restricciones -coeficientes de distribución y días de corta- que el Departamento de Hidráulica aplica a la distribución de agua para riego".

En cuanto al uso de agua potable, el geocientífico señaló: "la provincia de San Juan posee el valor más alto del país, estimado en 600 litros por día y por habitante. Este suministro está garantizado por el Código de Agua y la empresa responsable de su distribución informa que el sistema actual se apoya en la extracción de agua subterránea a través de 102 perforaciones distribuidas en distintos puntos de la provincia que en algunos casos cumple la función de reforzar la red distribuidora existente y en otros casos, son directamente la única fuente de provisión de agua potable para toda una zona determinada".

Y remarcó: "urge concientizar a la población de que la escasez es global y llegó para quedarse", y entre otras consecuencias marcó: "La mayoría de las perforaciones ubicadas en la zona del acuífero libre del Valle de Tulum quedarán por encima del nivel freático o tendrán perdidas de eficiencia por el descenso del nivel en la próxima temporada de verano 2022/2023. Existe la probabilidad que el suministro de agua potable desde las perforaciones existentes deba ser racionalizado o experimente una disminución de rendimiento por el descenso del nivel freático, especialmente en el Gran San Juan -zona del acuífero libre- para el próximo verano".

ACCIONES

Finalmente y entre otras sugerencias Pastore marcó la urgente necesidad de "enfrentar los retos actuales y futuros del agua, con políticas públicas sólidas orientadas a objetivos medibles y alcanzables. Sostener la gobernanza del agua en los pilares de la eficacia, eficiencia, confianza y participación". 

"Implementar una planificación estratégica de las cuencas principales de la provincia con el fin de modelar, simular y pronosticar sus comportamientos frente a los distintos escenarios de Cambio Climático, abandonando la hipótesis de que en el futuro cercano las precipitaciones níveas en alta cordillera compensarán la escasez hídrica", remató el investigador.

EN NÚMEROS

450  hectómetros cúbicos se estiman derramarán en el río San Juan en la temporada 22-23 según estimaciones de los científicos locales.