Insertarse en un nuevo mercado, atravesado por las nuevas tecnologías, las redes sociales y post pandémico son algunos de los desafíos que los artesanos también tienen que enfrentar para poder comercializar sus productos. Roxana Amarilla, directora del programa Mercado de Artesanías Tradicionales e Innovadoras Argentinas (Matria), dependiente del la Secretaría de Cultura de la Nación, llegó a San Juan para dictar (ayer) un conversatorio sobre tendencias del mercado actual de artesanías, organizado en conjunto entre el Ministerio de Turismo y Cultura provincial y el Departamento de Estudios de Posgrado de la Facultad de Arquitectura, Urbanismo y Diseño de la UNSJ.

En diálogo con DIARIO DE CUYO, la especialista -que también participará hoy como jurado en la evaluación de certificación Identidad Artesana Sanjuanina que realiza el Gobierno local- dio un pantallazo de su visión de la situación de los artesanos en general y dijo qué necesitan para ubicar su producción en un escenario atravesado por el mercado online y una gran cantidad de consumidores millennials, según destacó. "Los artesanos son portadores de un legado y los legados están siendo revalorizados en general, están muy vigentes, pueden ser reactualizados pero tienen mucho valor", remarcó. 

-¿Qué deben tener en cuenta los artesanos hoy para vender su producción?

-Formarse en la digitalización es una recomendación importante, aprender las formas del comercio electrónico y la logística que requiere el comercio electrónico. Es un momento en el que van a convivir lo presencial, de ir a una feria, tener un negocio, o un espacio de venta y el contacto directo, conviviendo con lo virtual. Y lo virtual, sí es un desafío pero que no es imposible, porque el artesano de por sí es un creativo, es un innovador, dominador de la materia, entonces este es un escenario más.

-¿Conoce cuál es la situación en San Juan en relación a estos requerimientos del mercado?

-Una de las cosas que es importante es la cuestión del origen y la calidad, certificar el origen y autoría artesanal , que haya algún organismo que valide eso; es una de las cosas que más se necesitan actualmente porque es uno de los elementos de la trazabilidad de los productos artesanales. Los consumidores quieren saber si quién está detrás de esa pieza es un artesano, que hace las cosas de determinada manera, con determinadas tradiciones artesanales y que su dinero va directamente a una familia artesana. Quien puede garantizar ese mecanismo es el Estado a través de una certificación como la de origen, eso sí es viable, y en ese sentido San Juan está muy a tono con estas demandas que son cada vez más frecuentes en la comercialización de artesanías. 

-¿Y qué aporta en la práctica contar con una certificación de origen?

-Los artesanos que tienen una certificación pueden usarla como herramienta para un mercado que a veces es complejo, como lo es el mercado digital. Cuando se virtualiza la experiencia de comercialización, una certificación de este tipo ayuda mucho a ese cliente que está navegando y encuentra una pieza que le gustó y con ese aval sabe que hay alguien que valida a ese artesano y a esa producción; y hay un lugar donde esa historia artesanal hace anclaje. 

– ¿Cómo transitaron los artesanos la cuarentena?

-La producción no paró, aunque sí hubo algunas dificultades con el acceso a la materia prima y con la inversión en equipamiento, porque se cortó el ciclo productivo. Sí vivimos un momento de crisis pero incluso en Argentina hay una mecánica de recuperación del mercado interno que no existe en otros países y la crisis del artesanado es una temporada que pasará al olvido.

– ¿Se volverá a consumir artesanías?

– Sí, y se va a consumir más también, porque la artesanía es un objeto que habla de un mundo diferente, más sustentable, conectado con lo natural. La artesanía es un objeto que no tiene tiempo, así que creo que será un consumo muy interesante. 

-¿Con qué criterio se define qué es artesanía?

-Tiene que ver con la transformación de la materia prima, las técnicas y procedimientos que se utilizan para esa transformación. Si vas a una ferretería y compras 5 componentes y después los ensamblas, eso es una manualidad, no hay transformación de materia. 

-¿Tiene que ser un producto único o puede haber varios, como en serie?

– No, y la serie puede ser una serie de productos hechos a mano, pieza por pieza. Si se respeta el procedimiento de transformación de la materia prima, no tiene que ver con que sea una pieza única o una serie de piezas que podrían ser muy parecidas y dan apariencia de pieza seriada. Pero si el procedimiento que reproduce es a escala, ahí no es una artesanía, es una industria. 

– Hay quienes cuestionan los precios de las artesanías… 

-La artesanía no es barata, si es barato no es artesanía. Vos vas a hacer un esfuerzo de comprar una manta tejida en telar criollo que está hecho hace un montón por una generación de mujeres que han guardado y pasado el saber, con todo un proceso de relación con el entorno para la recolección de materiales… eso no puede ser barato. Te va a parecer caro, pero comprar eso no es sólo para vos, se lo dejás a tus hijos y a tus nietos, entonces es una gran inversión. 

–  En la Argentina de hoy, donde bajó el poder adquisitivo, las artesanías, entonces, ¿quedan para turistas y clase media alta?

-La clase media alta argentina siempre compró artesanía buena y cara. En algunos momentos más que en otros, no cuando estaba de moda Miami, pero en general el coleccionismo argentino siempre estuvo detrás de algunas artesanías consideradas prestigiosas. Por supuesto que hay una crisis, pero no es una crisis cualquiera, es la económica, pero también la ambiental, la global sanitaria y eso afecta el modo de producción de las cosas. Las artesanías no son solamente caras, sino que hay un mercado que busca un objeto que esté hecho de una determinada manera y que paga ese objeto. Y cada vez son más los negocios de intermediarios de artesanías que veo que abren, que tiene forma de marca. O sea, está circulando mucho, lo que pasa es que no es trato directo con el artesano. 

Consejos para tomar nota 

Roxana Amarilla, a pedido de DIARIO DE CUYO, dio cinco consejos para que artresanos se inserten en el mercado actual: 

1. "Confianza en lo que uno sabe hacer bien. Aunque exista un escenario diferente, no tiene que dejar manejar lo que mejor hace, las técnicas que siempre hizo". 

2- "Aprender a contar toda esa tradición y complejidad que tiene el mundo artesanal. Historia familiar, de los lugares, la magia de la materia prima". 

3- "Conectarse con otros artesanos , comparar precios y formas de comercialización".

4- "Entrar en vinculación con el organismo de Estado pertinente, información adecuada para estos tiempos".

5-"No ser prejuicioso con lo cambios".