La aprobación del nuevo régimen jubilatorio para el Banco Provincia, que determinó una huelga desde el lunes -suspendida después por la conciliación obligatoria- y la posibilidad de continuidad de la medida de fuerza en apenas diez días, provocó sequía de cajeros y animosidades dentro de la propia entidad financiera provincial.
“No vuelvas más por acá”, advierte uno de los carteles desplegados por la Asociación Bancaria. ¿Es para algún delegado que traiciona mandato o, en todo caso, para algún miembro del directorio? No exactamente. Es para Carolina Píparo, la mujer que fue asaltada en 2010 en una salidera bancaria y que en el ataque -por un disparo de bala- perdió a su bebé con ocho meses de gestación.
¿Cuál es la relación de Píparo con la actividad del banco? Dejemos que los carteles expliquen: “En ocasión de su desgracia personal el ex gobernador (Daniel) Scioli le dio empleo en el Provincia y todos los empleados la cobijaron en su desgracia. Ayer nos agradeció votando la ley de Vidal que destruye nuestra Caja de Jubilaciones y a nuestro Banco Público”, menciona la folletería.
Deja obviado un detalle que, suponen, la opinión pública conoce: Carolina Píparo es diputada provincial por Cambiemos, sección octava, La Plata, desde el 10 de diciembre de este año. Uno de los primeros proyectos que votó, para su incomodidad, fue la elevación jubilatoria de los empleados del Bapro a 65 años y la quita de respaldo del estado bonaerense al déficit de 5.000 millones de pesos anuales que registra la caja previsional del sector.
Quedó entre dos fuegos. La disciplina partidaria y la buena vecindad dentro del edificio donde labora con sueldo que supera los 60.000 pesos.
Fuente: Clarín