Como resultado de una menor demanda proveniente desde Brasil, y la especialización de un único modelo, General Motors (GM) llegó a un acuerdo con el Sindicato de Mecánicos (Smata) para implementar un plan de suspensiones rotativas en su fábrica de General Alvear, en Rosario.

 

En la misma, la producción está completamente dedicada al modelo Chevrolet Cruze. La mayor parte de los modelos fabricados tienen destino final en el país vecino, y con su situación económica aún no del todo estabilizada, fuentes del sector explican que "la medida en Rosario se debe a que hay un stock acumulado muy importante en Brasil y se tiene que adecuar la producción" hasta que el mismo muestre señales de bajar.

 

 

Desde General Motors también explicaron que la decisión fue tomada en concordancia con Smata y que las suspensiones rotativas, que duraran 5 meses y bajan la cantidad de turnos de dos a uno, no modifican la plantilla laboral ni son una previa de despidos. Los 1.400 operarios empezarán a adherirse a la nueva medida a partir del 15 de septiembre, y pasarán a cobrar un 70% del sueldo neto que venían recibiendo hasta la fecha.

 

La acumulación de stock es un fenómeno que se desarrolla no sólo en el mercado brasileño sino con mayor fuerza en las concesionarias local, sector desde el cual estiman que la cantidad de modelos en estacionamientos sin poder venderse no podría deshacerse hasta fines de este año.

En agosto, GM ya había implementado medidas en la planta rosarina, al acordar un primer esquema de suspensiones de personal de siete días al mes hasta diciembre y que los empleados cobrarán en esos días el 80% del sueldo de bolsillo.