El histórico saludo de O’Higgins a San Martín en el campo de batalla, símbolo de la batalla.

 

Han transcurrido 201 años desde la batalla de Maipú. Una victoria determinante alcanzada en combate por los ejércitos unidos al mando del General Don José de San Martín.

Aseguró la independencia de Chile y fue vista por el mundo como un ejemplo de táctica y estrategia. "La Patria es libre”, escribió el Libertador en su parte de batalla.

El inesperado ocaso de la noche del 19 marzo pasado, en Cancha-Rayada, hizo vacilar la libertad de Chile y la suerte de Sudamérica. Presentaba una escena a la verdad espantosa el ver disperso sin ser batido a un ejército compuesto de valientes y lleno de disciplina e instrucción. Para todos parecía el final de un gran sueño. El ejército del Virrey del Perú había concentrado toda sus fuerzas para dar el golpe final sobre Santiago. San Martín reorganizó el ejército patriota y dispuso con estas fuerzas darle frente a Osorio, que lo conocía muy bien, habían sido compañeros en el ejército español. San Martín le sabía sus virtudes pero sin desconocer sus vicios en el combate. Es por eso su exclamación ¡Qué brutos son estos godos! – ¡Osorio es más torpe de lo que yo pensaba! ¡El triunfo de este día es nuestro. El sol por testigo!

Con estas palabras se dirige San Martín a sus ayudantes O’Brien y D’Albe en aquella otoñal mañana del 5 de abril de 1818 mientras observaba el desplazamiento de las tropas realistas en los campos de Maipú.

Las fuerzas enemigas dirigida por Osorio, organizada a la defensiva, resistieron encarnizadas los embate de la caballería argentina-chilena, acompañada por las cargas de artillería, durante varias horas de aquella mañana 5 de abril.

La huida de Osorio del campo de batalla al encontrarse superado por las fuerzas de San Martín aumentó la desesperación de las tropas realistas. El brigadier Ordoñez viéndose perdido replegó sus fuerzas en un último intento de resistencia, pero fue aniquilado por los hombres de Las Heras, que provocó una verdadera carnicería. Centenares de españoles fueron pasado al degüello por los sables de nuestros granaderos.

Enterado San Martín de la huida de Osorio, envió a su capitán O’Brien a perseguirlo a través de los desfiladeros cordilleranos. Un día más tarde caía preso el oficial español y junto a él, la desleal correspondencia de importantes personajes de Santiago, esa correspondencia las leyó una por una el Libertador y luego las quemaba y en ella había gente que estaba seriamente comprometida con los españoles.

Mientras, en la capital, O’Higgins organizaba a los milicianos de Aconcagua y Santiago con los cadetes de la Academia Militar, poniéndose en marcha hacia el campo de batalla. O’Higgins llegó a Maipú cuando los realistas tocaban la retirada, y sus tropas prácticamente no tomaron parte de la misma. Aun así, cuando se encontró con San Martín le dijo lo siguiente:

¡Gloria al salvador de Chile!

A lo cual éste respondió: ¡Chile no olvidará jamás al ilustre inválido que en el día de hoy se presenta en el campo de batalla en este estado!

Posteriormente, y para pagar la manda que había hecho O"Higgins a la Virgen del Carmen, se levantó un templo al cual se le llamó Templo Votivo de Maipú. 

En recordación de este trascendental gesta la Asociación Cultural Sanmartiniana de San Juan ha organizado para hoy, a las 11 hs un acto conmemorativo a la Batalla Maipú en la Celda Histórica de San Martín.

 

Por Carlos Alberto Basualdo
Secretario de la Asociación Cultural Sanmartiniana de San Juan.