México concedió ayer asilo político a Evo Morales porque "su vida corre peligro", informó el canciller mexicano.
"Hace unos momentos recibí una llamada de Evo Morales mediante la cual respondió a nuestra invitación y solicitó verbal y formalmente asilo político en nuestro país", dijo el secretario de Relaciones Exteriores de México, Marcelo Ebrard. "La Cancillería mexicana ha decidido concederle asilo político por razones humanitarias, en virtud de la situación de urgencia que se enfrenta en Bolivia, en donde su vida y su integridad corren riesgo", agregó.
Ebrard aseguró que México pidió a La Paz que le otorgue un salvoconducto a Morales, para que se respete su "libertad" e "integridad". No detalló si el exmandatario se encontraba en alguna legación diplomática mexicana en Bolivia. Ebrard dijo que la decisión de asilar a Morales se la comunicaron a la Organización de Estados Americanos (OEA), mientras esperan también hacerlo saber a la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Más temprano, el Gobierno mexicano de Andrés Manuel López Obrador había asegurado que sólo reconoce a Morales como presidente "legítimo" de Bolivia.
En la embajada de México en La Paz (Bolivia) ya se encuentran veinte legisladores y funcionarios del Ejecutivo que hasta este domingo encabezó Evo Morales, según reveló Ebrard. Se estima que Morales será trasladado en avión directamente al país norteamericano.
El presidente electo argentino, Alberto Fernández, intervino en un operativo internacional para garantizar la seguridad de Evo Morales. Fernández habló con Andrés Manuel López Obrador, el presidente de México, en un diálogo que resultó clave en el armado de una suerte de corredor de resguardo diplomático que podría permitir a Morales asilarse en México. Ayer, Fernández habló también con el presidente de Perú. La semana pasada, ya como presidente electo, viajó a México y se reunió con López Obrador. Hubo, también, un contacto con el presidente de Paraguay, Mario Abdo Benítez.