Flagrancia estrenó ayer mismo una causa vinculada a la violación del aislamiento por coronavirus. Fue un hecho que generó revuelo por dos extranjeros detenidos tras haber mentido en sus declaraciones juradas y evitar así la cuarentena obligatoria por ingresar a la Argentina desde países más afectados por la pandemia. Hasta la intervención de las fuerzas públicas, tuvieron tiempo de pasear por la ciudad e ir de un lado a otro, aunque ahora ambos están detenidos en el hotel donde se alojaban y no descartan su deportación.
La causa judicial, en principio, es por los delitos tipificados en los artículos 205 y el 202 del Código Penal, es decir, propagar una enfermedad contagiosa que ponga en riesgo la vida de las personas y violar las medidas impuestas para impedir el avance de una epidemia. El fiscal Coordinador de Flagrancia, Daniel Guillén, dijo que evaluarán cuándo y cómo los juzgarán. "Puede ser que los llevemos a Flagrancia cuando se determine que no tengan el virus o por videoconferencia", indicó como alternativas.
El caso causó conmoción en un hotel de avenida España al 332. Jared Lee Jhonson es un norteramericano de Massachussetts y Criss Fletcher es un británico de Liverpool. Los dos entraron al país desde Brasil, por Puerto Iguazú, en fechas distintas: Jhonson pasó la frontera el 15 de marzo y Fletcher, el 6.
Los turistas decidieron alojarse en el hotel Angelus y en el check in indicaron que estaban en el país desde diciembre, pues al parecer sabían que no podían decir la verdad, ya que, de lo contrario, debían guardar cuarentena, indicaron fuentes oficiales.
Los extranjeros no presentan síntomas, pero las autoridades sanitarias harán un seguimiento de su salud.
El dueño del lugar les avisó que iban a cerrar el complejo durante unos días, por lo que el check out estaba previsto para ayer a las 10. Pero en la mañana y tras una denuncia, llegó al lugar una comisión de Migraciones, que luego pidió la intervención de Gendarmería y el Ministerio de Salud Pública, más la intervención del fiscal Coordinador de Flagrancia, el fiscal Adrián Riveros y el ayudante fiscal Nicolás Schiattino. Al principio, los extranjeros mantuvieron la versión de su ingreso al país en diciembre, pero finalmente tuvieron que decir la verdad y, por ende, quedaron detenidos. Ninguno ha presentado síntomas de coronavirus, pero siguen vigilados y deberán cumplir el aislamiento. Para asegurarse que lo hagan, hay una consigna de las fuerzas públicas en la puerta del hotel.
