Los dirigentes de los gremios considerados ‘gordos’ de la CGT se bajaron ayer de la marcha del próximo 17 de octubre por el Día de la Lealtad peronista que todavía no tiene un epicentro definido ni quiénes la convocarán, si el Gobierno junto al PJ, o el kirchnerismo para expresar su respaldo a Cristina. Además, la CGT resolvió ‘elegir o constituir una mesa político-sindical del movimiento obrero’. En otras palabras, la central obrera dio el primer paso hacia la constitución de un ‘Movimiento Nacional Político-Sindical’ con la intención de disputar y negociar candidaturas para las elecciones del año próximo. Pero a estas dos decisiones de alto impacto se sumó otro capítulo de fuerte incertidumbre sobre el futuro de una CGT unificada ya que ‘los gordos’ se reunieron sin la presencia del líder camionero, Pablo Moyano, uno de los tres integrantes del triunvirato que conduce la central obrera. Tampoco participaron los gremios aliados de Moyano, como la Bancaria, de Sergio Palazzo, lo que expuso el riesgo de la fractura del máximo aglomerado gremial del país.

La CGT definió en una reunión de su mesa chica que para el próximo 17 de octubre no realizarán una marcha, como es tradición, sino ‘un encuentro de dirigentes y militancia’ en el estadio de Obras Sanitarias, ubicado en Capital Federal. Allí trabajarán en ‘elegir o constituir una mesa político-sindical del movimiento obrero’ para empezar a construir su propia cuota de poder de cara a las elecciones 2023 en un escenario donde cada día cobra más fuerza la idea de una suspensión o eliminación de las PASO.

La CGT teme ser "excluida" de lugares representativos dentro de las papeletas para cargos legislativos y la intención es clara: "Apuntamos a recuperar la representación parlamentaria".

Los diferentes sectores peronistas que integran el Frente de Todos (FdT) analizan las distintas alternativas para conmemorar el próximo Día de la Lealtad y debaten entre único acto en el interior del país o una multitudinaria movilización en la ciudad o provincia de Buenos Aires que emule a la manifestación popular del 17 de octubre de 1945 en Plaza de Mayo para exigir y obtener la libertad del entonces coronel, Juan Domingo Perón, que había sido detenido pocos días antes.

El presidente Alberto Fernández impulsaba un acto central por el Día de la Lealtad en Tucumán y ya había invitado a los popes de la CGT a que se sumaran a la celebración de este día de fuerte impacto en la liturgia peronista. Lo hizo en la improvisada cena que mantuvieron en Olivos la semana pasada y que abrió otra grieta entre los jefes sindicalistas ya que ‘los gordos’ no avisaron a Pablo Moyano del mitin en Olivos. Pero al kirchnerismo no le gustó la idea y avanzan con un acto propio. A la CGT le disgustó que Alberto cediera una vez más y se cortaron solos.

Héctor Daer y Carlos Acuña, miembros del triunvirato junto con Moyano, se sentaron ayer en la mesa principal del salón de la UOCRA y allí se resolvió que la CGT no participe de los actos por el Día de la Lealtad que organiza el Gobierno. El sector mayoritario de la CGT toma así distancia del Presidente, pero también del kirchnerismo, ya que tampoco acompañarán las iniciativas que prevé La Cámpora y los gremios más afines a la Vicepresidenta.

Para su propio acto en el estadio de Obras, los sindicalistas estiman que ingresarán el 17 de octubre aproximadamente unas cinco mil personas. ‘Serán unas seis mil o siete mil personas, pero será un evento sólo para delegados, dirigentes y gente de cada una de las estructuras’, aclaran.