Alivio. Eso es lo que principalmente siente el entorno de la tucumana Marta "Paty" Altamirano al saber que los restos hallados en el Cerro Mercedario pertenecen a ella. Es que para los familiares significa cerrar una herida que llevaba 42 años abierta, es por eso que, si bien fue conmocionante, para los hermanos fue "maravilloso" reconocer los elementos que les exhibieron en la Morgue Judicial y "tener la certeza" de que se trata de ella.
Ahora bien, ¿cómo fue ese proceso de reconocimiento? Los cuatro hermanos, dos hombres y dos mujeres -entre ellas Corina, quien estaba con "Paty" cuando ocurrió el accidente en el Mercedario-, llegaron por la mañana a San Juan desde Tucumán. Tras pasar por Tribunales, se dirigieron a la Morgue Judicial, acompañados por el fiscal coordinador de la UFI Delitos Especiales Iván Grassi (que lleva la causa) y por el jefe de Policía.
"El fiscal nos explicó cómo iba a ser el procedimiento. Cuando entramos (a la sala de reconocimiento) nos fueron presentando las prendas que usaba mi hermana y pudimos reconocer casi todo. Estaban en un estado de deterioro, incluso algunas cosas habían cambiado de color, pero eran suyas", explicó Corina a La Gaceta de Tucumán. El elemento que terminó con todas las dudas, aseguró Corina, fue un escapulario que "Paty" portaba en su ropa.
"Estamos tan felices, tan agradecidos a la vida, de poder estar los cuatro hermanos juntos ante esta situación y de poder saber que es ella. No hay dudas; y estamos agradecidos también por el trabajo científico, tan prolijo y tan meticuloso que hicieron los especialistas. Apenas nos empezaron a mostrar todo, supe que era ella", expresó.
Cómo sigue la causa
Si bien sus hermanos no tienen dudas, resta la prueba científica que terminará de confirmar que los restos humanos encontrados en la elevación calingastina son de Marta "Paty" Altamirano. Se trata del examen de ADN, cuyo resultado puede estrar para la semana que viene. Para eso ya fueron enviadas a San Juan muestras de saliva extraídas a los padres de ella, que no viajaron por su avanzada edad (89 y 91 años). Las mismas serán cotejadas con el material genético obtenido de los restos hallados en el Mercedario. Mientras que los hermanos de "Paty" revelaron que a ellos también les extrajeron muestras, para "corroborar con mayor fuerza y reafirmar que es ella".
Una vez que esté el resultado del ADN, de no mediar inconvenientes, la familia Altamirano tendrá la libertad de decidir qué hacer con el cuerpo. Corina ya adelantó que "la idea nuestra es llevar el cuerpo a Tucumán, para que papá y mamá, y todos sus amigos, la puedan despedir. La idea es cremarla y traer sus cenizas al Mercedario, para que pueda descansar aquí".
El cuerpo de "Paty" fue rescatado el sábado pasado, luego del aviso de un grupo de montañistas que lo encontró. Según los registros de varios grupos de andinistas, el único cuerpo femenino jamás recuperado era el suyo. Es que, cuando falleció, con 20 años, los otros dos integrantes de la expedición (su hermana Corina y el andinista Sergio Bossini) no pudieron cargarlo de regreso a la base. Retornaron, dieron aviso a las autoridades y se intentó retirar el cuerpo, pero ya no estaba allí; había nevado mucho. En diciembre de ese mismo año se realizó otra expedición, pero en el lugar del accidente había una enorme grieta. 42 años después, la historia por fin tiene un final.