Un tribunal de la Corte de Justicia encargado de atender los reclamos penales, rechazó los planteos de un oficial principal (era segundo jefe en el Comando Urbano), un suboficial retirado y otro cómplice, para que se les modificaran los delitos y se les atenuara el castigo que les impusieron en Flagrancia, el 19 de diciembre pasado, por extorsionar hasta sacarle $88.000 a un comerciante en Jáchal, al que intimidaron con detenerlo y hacerlo blanco de allanamientos para "borrarle" una causa de drogas, inexistente, informaron fuentes judiciales.
La decisión de la ministra Adriana García Nieto, Ángel Medina Palá y Horacio De Sanctis, no está firme, pues los condenados pueden reclamar ante el máximo tribunal del país. De todos modos, el oficial principal José Luis Morán (46), el sargento retirado Alfredo Ricardo "Fortachón" González (63) y el perforista Raúl Ernesto Gélves (35), quedaron a un paso de purgar efectivamente la pena impuesta.
El "Fortachón" y Gélves habían sido condenados a 6 años de cárcel por extorsión. Y el exsegundo jefe del Comando Urbano la pena más alta, 7 años y 6 meses, porque además de la extorsión le atribuyeron la tenencia ilegal de dos armas, una pistola 9 mm y un revólver calibre 22, que tenía dentro de su mochila en un armario de su lugar de trabajo.
Todo pasó a las 12,40 del 8 de diciembre pasado en la distribuidora de bebidas Manaos "Nico", del riojano Nicolás Zárate (24), ubicada en el centro de Jáchal. Esa vez, el comerciante les dio $88.000 de los $100.000 que le exigían, pero dudó y como anotó la patente de la Ford Ranger en que andaban, denunció y los sujetos fueron capturados en la zona de El Villicum, en Ullum.
En la Corte, los defensores insistieron en que González y Gélves no cometieron extorsión, sino estafa o engaño, un delito con penas mucho menores. Y la defensa del oficial Morán buscó recalificar su vinculación como autor de concusión (pedido ilegal de dinero) y que sea desligado de la tenencia ilícita de las armas, pues las había hallado y al detenerlo no le dieron tiempo de avisar a sus superiores, indicaron.
Pero los ministros de la Corte confirmaron que esa vez todos fueron "coautores" y buscaron atemorizar a Zárate para sacarle el dinero. Y calificaron de "pueril" el argumento defensivo sobre las armas que tenía Morán.