Cuando una parte de las uvas de San Juan ya están maduras, tienen el grado suficiente y están en condiciones de ser cortadas, se repite un panorama que no es nuevo, como la falta de mano de obra, pero este año con la particularidad de un mercado en el que los precios no repuntan y los viñateros no quieren malvender el esfuerzo de todo un año. Todo complicado por una temporada con problemas con el clima por las tormentas y las granizadas y el peligro de la aparición de enfermedades por la humedad en los racimos. En ese panorama, en el sector hablan de que la vendimia viene con un atraso de al menos 10 días y con el peligro de que si no cortan los racimos, pueden seguir las temporales y perder la producción que está en los parrales.

"Hay una demora de por los menos 10 días en la cosecha porque las uvas ya están en condiciones de ser cortadas", estimó Pablo Martín, uno de los referentes de la Mesa Vitícola. Y mencionó que entre los motivos hay un combo de situaciones, entre las que se destacan la falta de mano de obra, que no es nueva, pero que cada año se agrava más por el avance de los planes sociales, que desalientan la tarea, porque la gente tiene temor a perder el beneficio.

Otra cuestión, que se da en particular este temporada, es que los viñateros consideran que lo que les ofrecen las bodegas por el kilo de uva es muy poco y para no malvender la producción, prefieren esperar. Pero el peligro que continúen las tormentas y el granizo castigue la producción que está en los parrales.

Según los referentes del sector, por el kilo de uva los establecimientos elaboradores están ofreciendo una base de 30 pesos por kilo y las mosteras desde 25 pesos. Para los viñateros son valores insuficientes, similares a los del año pasado, cuando sólo la inflación anual en el país durante el 2021 fue del 50,9%. Antes que malvender las uvas, los productores están demorando la cosecha, pero se trata de un juego peligroso. Es porque las tormentas se pueden llevar en un rato el esfuerzo de todo un año de trabajo. Por ejemplo, la cuarta granizada de la temporada, que tuvo lugar el viernes pasado y que afectó cultivos de 4 departamentos de la provincia, Caucete, 9 de Julio, Pocito y Rawson, causó daños de hasta el ciento por ciento en parrales y chacras. Todo esto con la posibilidad, según ya adelantan los especialistas, de la aparición de enfermedades como la Botrytis cinerea, un hongo que produce la pudrición del grano, o la peronóspora, que afecta la hoja del vid, por tantos días de lluvias.

Con el panorama coincidió Juan José Ramos, desde la Asociación de Viñateros Independientes, quien dijo que "sin duda que la cosecha está demorada, pero con los precios actuales que pagan por la uva no conviene vender. Algunos viñateros están recibiendo un adelanto, y a negociar el precio después.

Sobre la mano de obra opinó que "se podrían suspender los planes, al menos durante la cosecha porque falta gente. No para todos, pero sí para los que pueden cosechar".

Desde la Federación de Viñateros, Eduardo Garcés aportó que "mi recomendación es no malvender la uva si no hay precio. Un consejo es que el productor haga maquila y después negocie el vino. Los precios son similares a los del año pasado y en el medio han pasado muchas cosas".

Sobre la falta de cosechadores sostuvo que "cada año es peor por la abundancia de los planes. Cada vez hay más y la gente no quiere trabajar".

El tema de la mano de obra está ligado al valor de la gamela o tacho de uva. Por las variedades finas se está pagando entre 50 a 60 pesos y por una Flame, para pasas, entre 30 a 35 pesos. Si falta gente, una forma de tentar al trabajador es ofrecerle un mejor pago.

Kilo

30 Es, en pesos, lo que están ofreciendo los establecimientos elaboradores por el kilo de uva para vinificar. Entre los viñateros dicen que es muy poco y piden más.

 

Asamblea de productores

Los ánimos entre los viñateros están que arden porque luego del trabajo de todo un año no están conformes con los precios por el kilo de uva que les ofrecen los bodegueros. Al punto que durante una asamblea convocada por la Mesa Vitícola al mediodía del jueves pasado en el cruce de la Ruta 20 y Calle Zapata, en el ingreso a 9 de Julio, resolvieron hacer frente común y exigir, al menos, 40 pesos por las uvas comunes, 45 pesos por las blancas y 70 pesos por las finas. La brecha con lo que ofrece el sector bodeguero es grande, y como ocurre todos los años, los ánimos empiezan a caldearse.

Una muestra fue que al término de la reunión, una de las propuestas fue hacer una movilización, con bocinazos incluidos, hasta las puertas de la Bodega Peñaflor, en San Martín, una de las firmas formadoras de precio no sólo en San Juan sino en la región.

Los viñateros se declararon en estado de asamblea permanente y no descartaron próximos encuentros de este tipo si no obtienen respuestas a los reclamos.