Las camas anti-sexo serán una realidad en los Juegos Olímpicos de Tokio, que comienzan el 23 de julio, y así evitar situaciones que vayan más allá de cuestiones netamente deportivas.
La organización dispuso de contar con 18 mil camas “anti-sexo”, que serán confeccionadas de cartón, en las que solo podrá ser usada por un atleta y luego de ello será reciclada por parte de la organización.
La compañía que fabricó los muebles aseguró que las camas fueron hechas para soportar hasta 200 kilos. “Hemos realizado pruebas, como lanzar peso en las camas. Mientras haya una persona recostada, deberían ser lo suficientemente sólidas para soportar la carga”, afirmó un portavoz de la empresa.
Por su parte, Takashi Kitajima, gerente general de la Villa Olímpica, aseguró: “Son más fuertes que las camas de madera”. También se tuvo en cuenta la posibilidad de una celebración salvaje después de, por ejemplo, una victoria por una medalla de oro. “Por supuesto, la madera y el cartón se romperían si saltaras sobre ellos”, agregó.
Los somieres individuales se reciclarán en productos de papel después de los Juegos. Los componentes del colchón (no están hechos de cartón) se reciclarán en productos de plástico. La idea era utilizar materiales que pudieran rehacerse después de los Juegos Olímpicos y Paralímpicos. Pero los marcos y soportes de cartón deberían dar a las habitaciones un aspecto espartano.
El Athletes Village, que se construyó junto a la Bahía de Tokio cuenta con 18.000 camas para los Juegos Olímpicos y está compuesto por 21 torres de apartamentos destinados para los protagonistas.