Realmente estar frente a Lidia Segni representante de la más rigurosa tradición del ballet Argentino, eriza la piel y más de alguien que de niña fue bailarina y conoce algo de la gran maestra de la danza clásica. Es meritorio hacer un recorrido por la vida de Lidia que con mucha pasión supo posicionar no sólo la danza sino que recogió grandes frutos de su esfuerzo, volcados hoy a enseñar. 

Lidia Segni vivía desde pequeña en Córdoba junto a su familia a quien debe dejar a los 17 años por su amor a la danza. Estudió en su provincia con Genoveva Sagués, luego formó parte del Ballet Oficial de Córdoba. Hasta que un buen día ya había cumplido con sus propósitos y deseaba seguir avanzando, su ambición entrar al Colón. Sus aliados de siempre fueron sus padres que la apoyaron en todo, así fue que su madre la llevó a Buenos Aires para estudiar en el Instituto Superior de Arte del Teatro Colón, al mismo tiempo rindió para entrar al Teatro Argentino de la Plata, en ambos lados entró. La vida así le cambio rotundamente a Lidia, vivir en el monstruo de Buenos Aires, trabajar en dos teatros y además tomaba clases con su maestro, es decir llegaba a la pensión a las 12 de la noche, pero muy feliz. Esto lo hacía porque tenía en claro su meta a pesar de que solo recibía el salario del Teatro Argentino de la Plata, el resto era ad honorem. En 1970 ganó el concurso para el Ballet Estable del Teatro Colón y ascendió como primera bailarina, trabajó con grandes maestros como; George Skibine , Alejandro Plissetski , Pierre Lacotte , Oscar Araiz , Jack Carter y Zarko Prebil , quienes la elegían como protagonista de sus obras. Hizo todo el repertorio clásico de la compañía. En ese momento pensó que ya había cumplido lo que deseaba desde pequeña. Pero su meta no quedó ahí, porque en el año 71, Rudolf Nureyev pone Cascanueces en el Colón y tuvo la oportunidad de bailar como primera figura. Al mes de haber entrado ya estaba de gira con Nureyev bailando "Apollon y Sílfides’ en Río de Janeiro y en Buenos Aires. En su viaje a Río de Janeiro, conoce al empresario que manejaba la carrera de Nureyev. Ese empresario, terminó siendo mi esposo y el padre de mi hijo. Hoy estoy viuda, una anécdota de su vida privada. 

Participó del octavo Festival de la Habana invitada por Alicia Alonso y junto a "Les Etoiles de la Ópera de París’ llevó a cabo una gira por Latinoamérica. En 1983 es elegida por Alexander Godunov para protagonizar Carmen, y en 1984 baila ese mismo ballet y Don Quijote en Buenos Aires, en el exterior y en la TV argentina. Compartir con él esa gira fue maravilloso, expresa Lidia. Cuando volvió a Buenos Aires comenzó a trabajar con Julio Bocca, corría el año 1989, Bocca era el primer bailarín del ABT (American Ballet Theatre), junto a Eleonora Cassano. Los tres trabajábamos y realizamos las galas por Moscú, Italia y a los más renombrados festivales de Europa. Al poco tiempo Julio decide armar el Ballet Argentino y me nombra como directora general de su compañía. Arme más de ocho funciones en el Luna Park. "Recorrí el mundo con él, hice todos los continentes de salir de Buenos Aires y durante tres meses no volver, conocí los mejores teatros del mundo, inclusive como maestra de Julio, estuvimos 10 años juntos, hasta que me retire por estar lejos de casa’.  

 
 Lidia, la gran maestra  

 
Enseguida tuve la proposición de ser directora del Ballet Argentino de la Plata, donde ejecuté giras por América y Europa. Luego continúe enseñando y preparando gente para concursos internacionales, como Hernán Cornejo, integrante del Ballet Argentino que compitió en el Concurso Internacional de Ballet de Moscú y ganó la medalla de oro. En el 2009 le proponen ser directora del Ballet Estable del Teatro Colón y aceptó, esto me dio muchas oportunidades de poder traer a las grandes coreografías del mundo; del Royal y American Ballet. De este modo creció el ballet del teatro Colón y también dio la posibilidad de incorporar 30 bailarines jóvenes. En el año 2015 es invitada a Suiza para ser jurado del Prix de Lausanne, estando allí se entera de la renuncia del director que la nombra, por lo tanto ella renuncia y dejó en el 2015 el Colón. Ahora, la gran maestra de la danza trabaja dando cursos, sobretodo por el interior. Primero viajó a ésta provincia a poner el Lago de los Cisnes en el 2016 y luego vino esta propuesta maravillosa que agradezco al director del Teatro del Bicentenario, Eduardo Savastano, que llegó a un convenio con el Teatro Colón. Por tal motivo es que para la Gran Función del Cascanueces, contamos con todo el apoyo de escenografía, vestuario, técnicos, sastrería, peluquería, iluminación, zapatería, etc., del Colón. Esta es una obra muy difícil porque en segundos cambia la escenografía totalmente, de ser una sala principal de un gran palacio a un valle nevado con pinos, por ejemplo. El vestuario cabe mención especial ya que es obra del famoso diseñador Gino Bogani, responsable del vestuario del Ballet El Cascanueces.  

 
Palabra autorizada   

 
Lidia, la máxima figura de la danza clásica, a lo largo de esta maravillosa trayectoria rescata la posibilidad de dar todo lo que cultivó tantos años de danza. "Los homenajes y recibimientos llenan el alma, pero más me agrada enseñar y no guardarme nada para mí.

 

Todo lo doy. Así es como trabajo hace 45 días en San Juan junto al grupo de bailarines seleccionados. Les enseño igual que lo hacía en el Colón, profesionalmente. Deseo que tomen conciencia de lo importante que es bailar y buscar la excelencia. Es un problema de la juventud de hoy y pasa en todas partes, el principal escollo es que carecen de metas y de sueños. Hoy con la edad que tengo continúo teniendo metas y sueños. Siempre les inculcó que la carrera de bailarina es sacrificada y hay que trabajar mucho y duro para cuando llegue el día del concurso para el ballet estable del Teatro del Bicentenario.  

Hay que estar preparados para ese día ya que no habrá exclusividad para sanjuaninos; y hoy no están trabajando para esto, veo carencia de técnica, falta solvencia en puntas, en movimientos. Mínimo trabajar dos clases por día, a conciencia, buscar la perfección, ya que la competencia será grande en el futuro. Hay que empezar a enseñar a un niño a trabajar como si estuviera bailando desde la clase, de lo contrario se convierte en una gimnasia.

 

Lograr la armonía general de cuerpo en la danza cuesta mucho. Hay que ser trabajadora, formar el físico, pie, posiciones y giro son los puntos clave para llegar. 

Me da la impresión que no tienen mucha noción de lo que tienen los sanjuaninos hoy con este teatro, que es de primer nivel, conozco muchos teatros de renombre en el mundo y, éste es maravilloso. La devolución la verán ustedes a futuro. Hoy estoy feliz de estar en San Juan, dando lo mejor de mí como cuando tenía mis anhelos de bailarina.  

Agradecida con el director, su directora artística, la gente que trabaja en el Teatro, los técnicos, tengo todo lo que pedí por eso me siento como en casa. Un Teatro que vale la pena, muy organizado y con una programación de primer nivel, creo que los sanjuaninos deben aprovecharlo. 

 
 La danza argentina reconoce a Lidia 

  
El Consejo Argentino de la Danza otorgará a Lidia Segni el gran premio María Ruanova 2017, el acto se llevará a cabo en el salón dorado del Teatro Colón el próximo 7 de junio.

Ruanova fue un estandarte de la danza en argentina, bailó con los grandes y cuando Lidia Segni entró al Colón en el año 70, ella era su directora. "Las vuelta de la vida, piensa Lidia, ahora que estoy en el lugar que ella estuvo en su momento, estoy recibiendo un premio con el nombre de la gran maestra".

 

Foto: Federico Levato