El acontecimiento ocurrido en el Congreso de la Nación, me ha afectado más que vivir un terremoto. Es ver desmoronarse los cimientos de mi país, pues ellos, actualmente, son de barro. Están sustentados en nuestro presente, no en valores de unidad, honestidad, sacrificio por la Patria, como lo hicieron próceres como Manuel Belgrano, Domingo Faustino Sarmiento y José de San Martín, sino en intereses mezquinos partidistas y personales.
No les interesa que se haya saqueado al Estado, sino que lo han avalado en esa sesión que no debiéramos olvidar. Como tampoco debiéramos olvidar los nombres de quienes apoyaron la no destitución y no sacar los fueros.
Los ciudadanos estamos siendo, no sólo defraudados, sino afectados por la conducta de nuestros representantes. Tambalea el sistema democrático. Se olvidan que los valores morales, no los intereses personales, deben primar en una sociedad.
Es como ver agrietado un edificio y desmoronarse, (los sanjuaninos lo hemos vivido). Esto es peor. Es ver a nuestra patria agredida por los políticos corruptos haciendo lo posible por destruir nuestro país, ante nuestros ojos llenos de lágrimas.
Que estas palabras sirvan para que comprendan. Sólo nos salvará recapacitar. No es el partidismo, sino la honestidad , unidad y esfuerzo quien salvará a nuestra Argentina.
