La denuncia de Gimena Martinazzo contra el diputado nacional Eduardo Cáceres, del Pro, cumplirá este jueves un año. La presentación de la mujer, vicepresidente del partido, abrió una investigación que derivó en un procesamiento contra el legislador el 16 de diciembre de 2020 por lesiones leves agravadas por el vínculo, el cual aún se encuentra en instancia de apelación en la Sala II de la Cámara Penal. Sea cual fuese la resolución del tribunal integrado por Maximiliano Blejman, Silvina Rosso y Juan Bautista Bueno, es un hecho que será cuestionada ante la Corte de Justicia por el protagonista que se vea afectado.
El hecho se desencadenó en la noche del 23 de noviembre del año pasado, cuando la dirigente se encontraba en la casa del diputado y tuvieron una discusión. Según consta en el expediente, Cáceres le quitó el celular a Martinazzo, quien trató de recuperarlo, pero se desató un forcejeo entre ambos, en el que la mujer fue agredida y terminó con lesiones en su cuerpo.
El legislador apeló el procesamiento en su contra y el caso recayó en la Sala II. Fuentes judiciales explicaron que el trámite del expediente no ha tenido demoras, teniendo en cuenta que en febrero se puso en marcha el sistema acusatorio y dicho tribunal y la Sala I recibieron las causas de la Sala III que se disolvió, entre otros puntos.
Al tratarse de figuras políticas, el caso tuvo su impacto en ese ámbito. Fue el propio legislador el que llevó el tema a esa arena, ya que en su primer descargo en redes sociales había señalado que "no creo que tenga una connotación política, teniendo en cuenta que Gimena es la que me sucede en la banca de diputados de la Nación". Cáceres pidió y le otorgaron una licencia de 60 días sin goce de haberes, por lo que el 12 de febrero de este año regresó a su puesto.
Su banca es la que se puso en juego en estas elecciones legislativas, la que consiguió en 2013 y en la que fue reelecto en 2017, de la mano del frente que por entonces conducía Roberto Basualdo. En ese marco, tenía la chance de estar en las negociaciones para tratar de ser uno de los candidatos para ir por un nuevo período dentro de la coalición que ahora dirige Marcelo Orrego, pero quedó fuera debido al escándalo. El Pro tuvo un lugar en la lista para Enzo Cornejo, el presidente, el que quedó ubicado en el segundo casillero, más por un reconocimiento al partido a nivel nacional que a los méritos locales. Inclusive, sobre Cornejo pesa una denuncia por el presunto manejo irregular de fondos cuando era secretario General del partido y le cobró la candidatura a una concejal capitalina que terminó electa.
De hecho, desde Producción y Trabajo, partido que también lidera el santaluceño y que tiene el peso decisivo en el frente, habían asegurado que iban a proponer un postulante propio, lo que finalmente sucedió con Susana Laciar, quien conquistó la banca de la oposición. De esa manera, el Pro perdió el escaño que había obtenido hace ocho años.