El aire seco, los cambios de temperatura y los ambientes calefaccionados perjudican a quienes padecen dermatitis atópica (DA), una enfermedad de la piel que afecta sobre todo a niños y causa picazón, duele y se infecta, por lo que especialistas advirtieron que los cuidados "deben intensificarse en invierno".
La DA, que no es contagiosa, suele ser considerada como una condición de la infancia, porque afecta a entre el 5 y el 20% de los niños. Según la Sociedad Argentina de Pediatría (SAD), entre el 10 y el 40% presenta la forma severa de la patología, mientras que estudios científicos internacionales señalan que en 3 de cada 10 casos la enfermedad continúa tras la pubertad y "puede presentarse incluso en la adultez".
Esta enfermedad genera picazón intensa y enrojecimiento de ciertas zonas de la piel, como el cuero cabelludo, la cara, el cuello y el área de pliegues, o como eccema crónico de las manos. También puede comprometer la zona genital, pezones y areolas y provocar un gran impacto en la calidad de vida.
"Al vivir con DA, estás muy pendiente de tu piel todo el tiempo. A dónde vas y cómo te vestís son aspectos menores para cualquiera, pero pueden determinar la aparición de brotes y una picazón intensa difícil de manejar, que te puede impedir concentrarte en una reunión social o laboral y no dejarte dormir en toda la noche", sostuvo Mariana Palacios, mamá de una niña que padece la enfermedad y presidenta de la Asociación Civil de Dermatitis Atópica Argentina (Adar).
Palacios aseguró que cuando comienza el invierno, el frío "aumenta los brotes y agudiza los síntomas de irritación", por lo que se recomienda "mantener los ambientes húmedos colocando un recipiente con agua, realizar baños cortos y con agua tibia y utilizar jabones sin perfume". Asimismo, se aconseja aplicarse abundante crema humectante tras secarse la piel con una toalla suave, no sobreabrigarse y evitar el aumento de la temperatura corporal y la sudoración.
"De todas maneras, siempre y sin excepciones, ante un nuevo brote, la recomendación más certera es consultar con el médico especialista, ya que cada caso es distinto y puede requerir tratamientos específicos", advirtió por su parte Mónica Ladner, mamá de dos chicos con DA y también miembro de Adar.
Desde la asociación convocaron además a "quienes sufren picazón frecuente y aún no tienen diagnóstico o respuesta satisfactoria del médico". "Sabemos que la medicina avanza y estamos esperanzados con la llegada de nuevas opciones y tratamientos. Llamamos a los pacientes que aún no sepan bien qué tienen pero que presenten síntomas de DA a que se acerquen, que vuelvan a la consulta", completaron.
La ducha es clave
Se recomienda darse duchas con agua templada de una duración máxima de diez minutos, en la que se empleen aceites de baño. El jabón debe limitarse sólo a las zonas de los genitales, las axilas y los pies. Tras esto, resulta beneficioso aplicar cremas emolientes y secarse el agua sin frotar.