
Jonathan Espinosa viajó a Córdoba el 11 de este mes a visitar una amiga y buscar alguna oportunidad laboral, 10 días después le pidió dinero a su papá para volver a San Juan, compró el pasaje, lo devolvió horas después y desapareció.
Desde el lunes pasado, a las 17.30 su teléfono está apagado, no lee mensajes en ninguna red social y nadie más lo vio. Ante la desesperación y la falta de noticias, su papá se instaló el jueves en Córdoba y peregrina desde el hotel a la comisaría, la terminal y el centro donde pega carteles con la cara de su hijo.
"La policía me dijo que devolvió el pasaje a las 20 de ese lunes, pero sin que tome intervención un juez no pueden buscar en las cámaras de seguridad si estaba con alguien o qué recorrido hizo" contó angustiado a una semana del último contacto con el joven de 23 años.

"Estoy desesperado, jamás pasamos una cosa así. Nunca se va sin avisar y el contacto es permanente", dijo al tiempo que agregó que espera que se encuentre bien en algún sitio pero sin los medios para comunicarse.
Mientras Rafael empapela la ciudad con la cara de su hijo, en San Juan el resto de la familia chequea algunos datos recibidos, pero hasta ahora todos fueron falsos.
