La detenida en el marco del intento de magnicidio contra Cristina Fernández de Kirchner, Agustina Díaz, amplió hoy su declaración indagatoria ante la jueza federal María Eugenia Capuchetti para aclarar que no estuvo en las inmediaciones de la casa de la vicepresidenta y ratificar que solo la unía una relación de amistad con la imputada Brenda Uliarte.
El abogado de Díaz, Javier Molina Díaz, informó luego de la indagatoria que “la geoposición de ella (determinada por su celular) deja en claro que el 1 de septiembre ella no estuvo en cercanías de Juncal y Uruguay (vivienda de la vicepresidenta), el 31 de agosto tampoco y que durante todo el transcurso del mes de agosto tampoco lo ha estado”.
“Queda absolutamente claro que las imágenes que estaban siendo transmitidas por los medios, en este caso la TV Pública y C5N, fueron incorrectas en cuanto a que fuese ella la persona que se encontraba en los derredores de la casa de Cristina Kirchner”, dijo el letrado y anunció que presentará una demanda por “daños y perjuicios” contra los canales.
Además de la aclaración de que no era ella la que se veía en el video difundido por televisión, el abogado aceptó que su defendida también habló de la relación de “amistad” que la vinculaba a Uliarte y del carácter “fantasioso” de Brenda.
Molina Díaz volvió a negar que su defendida forme parte de organización alguna y anticipó que en el transcurso de la semana presentará un pedido de “falta de mérito” para que se desvincule a su defendida del expediente judicial.
“A la brevedad estamos presentando la falta de mérito porque entendemos que no hay mérito suficiente, es decir no hay prueba, que sostenga que ella permanezca detenida”, aseguró el penalista.
"Mandé a matar a Cristina; no salió porque se metió para adentro", dice uno de los mensaje que Uliarte le mandó a Díaz el 27 de agosto, según consta en el expediente.
Díaz sigue detenida, luego de que la jueza Capuchetti le negara el jueves pasado la excarcelación en base a los mensajes que intercambió con Uliarte, pero su defensa apeló la negativa a darle la libertad ante la Cámara Federal, que deberá definir en los próximos días si continua presa o no.
La apelación de la defensa recayó en la sala I de la Cámara, integrada por los magistrados Mariano Llorens, Leopoldo Bruglia y Pablo Bertuzzi.