Afectados por la noticia de que su ídolo deportivo falleció haciendo lo que más amaba, los pequeños de la escuelita de Motocross del Wey Zapata esperaron al piloto sanjuanino en las puertas del cementerio de Rawson.

Con sus motos, los alumnos del deportista aguardaron la llegada del acompañamiento fúnebre y exhibieron una bandera que firmaron todos.

Una veintena de promesas deportivas practicaban con el Wey en el predio de Aser. Conmovidos por la situación, le dieron el último adiós.