El faltante de botellas que afectó a la industria vitivinícola durante el 2021 continúa este año y con un agravante: el fuerte incremento del costo de los envases que, en el último año, tuvo una suba del orden del 80%, según consignan fuentes del sector. Desde el ámbito de las cristaleras sostienen que tienen problemas con los insumos, como la soda solvay, un producto que deben importar, y que ya empezaron a padecer las restricciones de gas y que al que tener que trabajar con fuel oil, un derivado del proceso de refinación del petróleo, tienen impacto en los costos de producción.
Sólo en los primeros cuatro meses del 2022 el precio de las botellas subió un 40% pero, para colmo de males, sigue el faltante. El problema comenzó a notarse en las bodegas locales a partir de enero del año pasado, ya que durante el 2020, con la pandemia, hubo un aumento de la demanda interna y también en las exportaciones de vino, agotando los stocks disponibles en las cristaleras. La situación se agravó con el correr del año pasado e incluso continuó en el arranque del 2022. Y todavía no se logra revertir.
Ricardo Galdeano, gerente general de Cattorini, la principal cristalería del país, dijo que el mayor problema está con la fabricación de botellas de vidrio blanco y que esperan que la situación para el mes de mayo empiece a normalizarse. Y citó dos factores que no están colaborando para atender la demanda con normalidad, como son los problemas para conseguir insumos importados y las restricciones con el gas, que ya empezaron a experimentar.
Desde el Consejo Profesional de Enólogos de San Juan y también enólogo de la Bodega Casa Montes, Pedro Pelegrina expresó que el problema del faltante de envases sigue este año y afirmó que "somos escépticos de que se pueda normalizar". Y dijo que es porque a partir de abril hasta agosto "comienza la época en que crecen los despachos y difícilmente las cristaleras vayan a poder atender la mayor demanda".
En Argentina se concentra la mayor parte de su producción de vidrio en tres empresas: Cattorini, que produce aproximadamente el 60% del total de botellas para vinos, Verallia, que tiene el 35% del mercado y Cristalerías Rosario con el 5% restante. El 75% de lo producido está dirigido al mercado interno, mientras que el 25% restante es destinado al mercado internacional.
Las botellas que mayor demora experimentan actualmente son las especiales, como las de los espumantes, las damajuanas y aquellas transparentes para vinos blancos y con tapa a rosca. Estas últimas son las que hacen falta para exportar, citan en el sector.
Desde la Cámara de Bodegueros de San Juan, Andrés Berzenkovich dijo que "podría decirse que el abastecimiento de botellas ha mejorado algo, pero todavía no es suficiente. Las botellas blancas están en falta desde octubre del año pasado". Y mencionó que algunas bodegas locales tuvieron que cambiar de modelo de botellas para poder atender a sus clientes. "De ninguna manera podemos hablar de que el abastecimiento de envases en normal", sostuvo el directivo.
Según datos del sector bodeguero, San Juan necesita al año unos 30 millones de botellas, pero las cristaleras todavía no están en condiciones de atender esa demanda.
Cattorini, la principal cristalera de la región, ocupa unos 800 empleados en la fabricación de los envases. Cuenta con 4 hornos, 1 en San Juan, 2 en Mendoza y el cuarto en Quilmes, en la provincia de Buenos Aires.
En cuanto a los costos, la botella básica está en el orden de los $35, mientras que la de los espumantes puede llegar a los $100. La botella blanca con tapa a rosca, que es la más demanda, cuesta unos $50, pero es precisamente la que no se consigue.
Según fuentes del ámbito bodeguero es difícil que este año se vaya a lograr la producción plena de vidrio por parte de las cristaleras. Por el contrario habría que esperan hasta el año que viene para que esa situación se produzca. Eso estaría atado también a la capacidad de inversión de las empresas cristaleras, que antes incluso de la pandemia registraban índices de producción bajos y se mantenían principalmente del stock que ya tenían disponible.
El problema del aumento del costo de los envases es que también termina impactando en el costo final del vino, lo que les dificulta a las bodegas mantener a sus clientes.
Tipo
50 Es en pesos lo que vale la botella blanca en el mercado. Es la que tiene la tapa a rosca y que se utiliza para exportar, pero el problema es que es la que está faltando en mayor proporción.
Marzo, con suba de los despachos
Luego de un comienzo de año con algunas bajas, marzo mostró una importante recuperación de los despachos de vinos al mercado doméstico: 26,6 % más respecto de marzo 2021.
El INV informó que con valores positivos en todos los tipos de vinos, colores y una recuperación muy fuerte de casi todos los envases, marzo 2022 registró despachos por 71,5 millones de litros de vino, el mejor registro de los últimos 5 años.
El crecimiento en los despachos de vinos blancos fue sostenido, con casi un 54% de aumento sobre el año anterior.
El presidente del INV, Martín Hinojosa comentó que "marzo ha sumado los litros suficientes para poner en positivo el primer trimestre de este año, 3,7% arriba vs. el trimestre 2021, con recuperaciones en todas las categorías".