Aunque la demanda de unidades sigue firme, la oferta de motos en las concesionarias sanjuaninas ha caído a niveles mínimos a causa del atraso de los envíos de los fabricantes y distribuidores bonaerenses que siguen con dificultades de producción, al punto que dicen que sólo en julio se perdieron de vender un 30% más de unidades, lo que significa más de un centenar. Según la Asociación de Concesionarios de Automotores (ACARA), en julio en San Juan se vendieron 391 motos, un 21,1% más que en junio. En la comparación interanual fueron un 10,1% menos que en julio de 2019. "Las motos que se están poniendo a la venta en las concesionarias sanjuaninas son del stock que tiene cada empresa y hay muchos que se están quedando sin existencias, y con faltantes de varios modelos", dijo Fernando Lucero, representante del área motovehículos de ACARA en la provincia. El empresario calculó que el mes pasado se podrían haber vendido un 30% más de motos en San Juan, es decir, 117 unidades más que eran buscadas pero no había. ""Eso en volumen, pero en facturación estamos hablando que puede ser del doble, porque muchas de las que faltan son las de mayor valor, y representan tanto recursos para el concesionario como impuestos que se han dejado de pagar por sobre lo que se venía facturando", indicó el empresario. Tras el cierre de comercios sanjuaninos durante la cuarentena estricta, en mayo comenzó a recuperarse la actividad, y en esta provincia se registró un aumento del 200% respecto a abril. Luego la venta de junio llevó a San Juan al tope de la lista entre las provincias que más aumentó el número de transacciones, con una suba del 94,6% comparada con mayo. Pero ahora, las motos están faltando. ""Los concesionarios estamos muy preocupados porque no hay reposición de vehículos, y en estos últimos dos meses hemos ido liquidando stock. Ahora no sabemos cuándo ni a qué precio nos van a llegar más unidades", explicó Lucero, quien sostuvo que el problema afecta actualmente a todas las provincias. Ocurre que en Buenos Aires, por la pandemia, todas las fábricas están afectadas en su producción y han tenido que reestructurarse y hacer nuevos protocolos de trabajos. Eso ha retrasado la fabricación de unidades: ya que con menos personal por el distanciamiento impuesto por el Covid, están produciendo muy de a poco mientras simultáneamente sigue habiendo mucha demanda. Eso repercute en la producción de motos nacionales, de menor cilindrada; que son el volumen más vendido en Argentina. Pero también se da otra situación respecto a las importadas, de más alta gama, y es que hace tres meses que no están ingresando al país, por las mismas dificultades que trajo la pandemia en los países de origen que incluyen no sólo la producción sino la logística.
La demanda insatisfecha apunta a un segmento de motos más rentable para el concesionario, que le permiten tener otro nivel de facturación para poder cubrir los gastos y costos fijos. Se trata de las motos de mediana y alta gama de marcas tales como Honda, Yamaha y también los cuatriciclos Polaris, todas unidades que han desaparecido del mercado. A precio dólar, estas motos son las primeras que se acabaron porque los ahorristas que tenían billetes verdes pudieron conseguirlas a muy buen precio en pesos, al cambiar los dólares al precio del blue en el mercado paralelo, que tiene una amplia brecha con el oficial. Lucero comentó que se produjo "una explosión en demanda" y se agotó rápidamente el stock que había en los concesionarios del país, y como hay reposición, se acabaron las 0 KM. El resto de motos de menor cilindrada -Motomel, Corven, Gilera- son producidas en Argentina con piezas ensambladas, pero actualmente el volumen de producción está en el orden del 30% por la pandemia.
En el país
23 mil trescientos tres son las motos patentadas durante julio en Argentina, un 0,6% más que en junio pasado, y un 37,5% menos que julio de 2019.
- Situación complicada
Carlos Movio, director Institucional de Acara nacional, dijo que existe hoy una gran preocupación por la reposición de unidades hacia el futuro, "con mucha incertidumbre tanto en producción como en importación". Añadió que la incertidumbre se ve agravada por los escasos márgenes de rentabilidad de los concesionarios de motovehículos, ya que los gruesos de las ventas son mayoritariamente de productos de baja cilindrada y donde es necesario tener volumen para cubrir los costos fijos. ""Es una situación preocupante, se conjugan tres ingredientes complicados: falta de reposición, bajos márgenes y la pandemia que hace que muchos de los salones de ventas estén sujetos al riesgo de los contagios".