
Previo al advenimiento del cristianismo se realizaban en el hemisferio norte de Europa fiestas que tenían como nota distintiva el encendido de fogatas. Estos festejos concordaban con el solsticio de verano. Luego fueron combinándose con celebraciones cristianas. Según los expertos de ahí procederían las típicas fogatas para el tiempo de San Juan Bautista. Igualmente los especialistas manifiestan que en países como en Suecia, de religión luterana, la noche del 21 de junio se remonta a antiguos rituales, considerados como paganos, en que las mujeres permanecen danzando en torno del fuego seduciendo a los hombres.
Este legado cultural se arraigó con fuerza en América Hispánica, generando que el 24 de junio y vísperas se desarrollen diversos ritos dedicados a agasajar al Santo.
Entre las celebraciones más características, de profundo sentir popular, se lleva a cabo en la localidad de Otavalo, República de Ecuador. En la misma se fusionan antiguas ceremonias quechuas con cristianas. Intervienen una serie de protagonistas como los danzantes, ataviados con su mejor traje, o los coheteros, dedicados a activar los fuegos pirotécnicos y de quemar la "chamiza" (fogata).
COSTUMBRES ARGENTINAS
En nuestro país también adquiere matices particulares. Por ejemplo en Jujuy, según Felix Coluccio, "el día 23 se inician las fiestas con bombas y cohetes. Se llevan a cabo rezos antes imágenes del santo, alternándolos con tragos de "yerbiao". Al día siguiente se juega con agua y como está bendecida "es creencia aceptada que nadie se enfermará".
El mismo autor nos dice que en Cachi, provincia de Salta, "durante la noche, tienen lugar grandes fogatas en los cerros y en las playas de los ríos".
TRADICIONES EN SAN JUAN
Como conocemos en San Juan, donde el Santo es nuestro Patrono, la festividad con sus tradicionales hogueras suele tener rasgos distintivos. Nuestra provincia nació con el nombre del santo, primo de Jesús, quien predicó al Salvador que venía tras de él, preparando el camino del Mesías.
Fue Juan Jufré de Loayza y Monteza, un adelantado de la tercera corriente colonizadora que penetró por el Norte, quien fundó San Juan de la Frontera el 13 de junio de 1562, en nombre de Francisco de Villagra, capitán general de los Reinos de Chile y de su Majestad el rey Felipe II de España. "San Juan" fue puesto en honor al Santo Patrono de Jufré, San Juan Bautista. Desde ese momento, los primigenios habitantes locales organizaron la festividad y continuaron así con la tradición del catolicismo.
A través de la historia, se puede afirmar que para los sanjuaninos, el día de San Juan Bautista es una celebración esperada y que convoca multitudes.
MÁS ACÁ EN EL TIEMPO
Según relatos de historiadores como de coberturas periodísticas, la medianoche del 23 al 24 de junio, se llevaba a cabo la celebración del cumpleaños de San Juan Bautista. En la víspera del festejo, se encendían grandes hogueras como símbolo de la luz "ardiente y brillante", San Juan, que señalaba a Cristo en este mundo de tinieblas.
Durante el siglo XX el centro de la Capital sanjuanina era el epicentro de la convocatoria religiosa. Llegaban centenares de pobladores para participar de la celebración que llamaba la atención por la gran fogata que se encendía. Hace décadas atrás, las fogatas de San Juan Bautista como de San Pedro y San Pablo eran muy tradicionales en la provincia, ya que en cada barrio y villas, se hacía estas fogatas en baldíos, para que el vecindario se reuniera a esta celebración popular.
Era tan fuerte el arraigo popular en la celebración que los vecinos, ya sean hombres, mujeres, adolescentes y niños participaban armando una montaña de palos, ramas secas de árboles, troncos, sarmientos podados de las cepas en los parrales, cartones y cuanto sirviera como combustible para encenderlo en horas de la noche.
Esa participación popular en el armado de las fogatas tenía que ver también con las promesas y pedidos de milagros por parte de los creyentes hacia el santo patrono de estas tierras.
DESAFIANDO AL RITO
Dentro de estas tradiciones, se sumó también una que llamaba la atención. Se trata del caminar sobre las brasas incandescentes sin que se produjeran quemaduras. Todo esto como una parte más dentro del rito de purificación. Una mezcla entre el martirio y el milagro. Los fieles demostraban su fe al caminar con los pies descalzos a lo largo de varios metros, sin que salieran heridos. Esto se veía con frecuencia en la localidad sarmientina de Media Agua, desde el lejano 1973 cuando un curandero preparó y protagonizó la caminata en un descampado cercano a su casa. No paró hasta el 2014, cuando aseguró que el "ambiente" no estaba apto porque había "mucha maldad".
Así las cosas, hoy volverá a repetirse ese rito de encender la fogata, pero en menor volumen, ya que está previsto encender tres fogoneros frente a las puertas de la Iglesia Catedral para celebrar al Santo Patrono de la provincia, San Juan Bautista.
- Hoy, el reencuentro
Pero las fogatas y la feligresía no faltaron nunca a la cita con el santo patrono de la ciudad de San Juan. La misa, la posterior procesión, algarabía de los promesantes. El año 2020 tuvo su parate por la pandemia de coronavirus. Sin embargo, el año pasado, los devotos del Bautista volvieron. Extrañan el calor de las hogueras, la tradición de arrojar papelitos escritos con deseos y pedidos al fuego. Hoy regresa esa tradición que es una comunión del pueblo sanjuanino con su santo patrono Juan Jufré de Loayza y Monteza, un adelantado de la tercera corriente colonizadora que penetró por el Norte, fue quien fundó San Juan de la Frontera un 13 de junio de 1562, en nombre de Francisco de Villagra, Capitán general de los Reinos de Chile y de su Majestad el rey Felipe II de España". San Juan" fue puesto en honor al Santo Patrono de Jufré, San Juan Bautista.
Por Prof. Edmundo Jorge Delgado
Magíster en Historia y Redacción
DIARIO DE CUYO
