El paraje de Vallecito fue testigo silencioso y quizás el mejor observador de cómo la Fiesta Nacional del Sol del 2019 empezó a tomar calor (literalmente hablando) y color. Es que ese fue el escenario de los primeros pasos que se están dando respecto del espectáculo que podrá verse en febrero próximo, en Zonda. Allí se hizo hace unos días la Residencia de dramaturgos, donde el guionista elegido por la coordinación del evento, se encontró con cinco duplas de escritores para empezar a darle forma al texto de "El calor de lo nuestro”, el nombre que llevará el relato artístico. Esta es la primera vez que se apela a este tipo de proceso de escritura, ya que en ediciones anteriores o se elegía directamente a un autor que lo hacía en solitario o se llamaba a concurso de guiones. En el 2017 se hizo la residencia en cuestión pero sólo consistió en un espacio de capacitación y perfeccionamiento. En cambio para esta edición se apeló a la escritura participativa y profesionalizante, tal como la definen desde la organización que tiene a Pablo Pastor (el coordinador general de la FNS) y Tania Leyes (la coordinadora pedagógica de la residencia) a la cabeza.
Nobleza obliga decir que Ignacio Sánchez Mestre, el guionista, empezó en marzo pasado a recopilar historias, modismos, imágenes, personajes y todos esos elementos que describen no sólo la temperatura reinante en la provincia, sino también todo lo que remite a la calidez, la afectuosidad, la amabilidad en el trato que tanto caracterizan al sanjuanino. Con esas herramientas fue que inició un recorrido imaginario al que le puso palabras, con el fin de ser mostrado en el mayor evento de los sanjuaninos.
Y con esa primer estructura bajo el brazo es que llegó a la instancia de la residencia, un proceso que tuvo un lapso de 6 días, en un lugar aislado de las rutinas y la tecnología -en el Hotel de Vallecito no hay señal de celular ni wi fi- en dónde todo se concentró en trabajar textos, producir material nuevo, leerlo y releerlo, criticarlo, mejorarlo, repasar vocabularios y formas en las que se vive y soporta el calor. Esa tarea la hizo Ignacio Sánchez Mestre junto a las duplas de escritores locales que fueron seleccionados en una instancia previa, luego de evaluar sus propuestas de 3 escenas originales (una basada en personajes reales, otra con personajes ficticios y abstractos y una tercera de temática libre).
En la residencia también hubo charlas y clases de actuación y movimiento, improvisación teatral, técnicas de escritura, sólo por dar algunos de los pasos dados.
"La residencia es un formato pedagógico para producir creativamente y generar perfeccionamiento, es una metodología que se usa en todo el mundo artístico. De hecho, grandes serie y programas televisivos tienen sus guionistas y sus colaboradores autorales que aportan textos al guión. El trabajo fue muy interesante, de mucho crecimiento y de trabajo compartido, formando casi una red. Los resultados fueron muy positivos. Aunque, vale aclarar que no se sabe todavía qué de todo el material producido puede incorporarse y qué no, esto quedará bajo la decisión y las necesidades del guionista. Sin embargo, es tanto el trabajo realizado, son tantos los textos, que servirán seguramente para algunos espectáculos complementarios al espectáculo final, o como sustento para los stands en la feria temática o como material extra, como por ejemplo los cd de cumbia que se hicieron el año pasado, en el marco de la Fiesta del Sol”, explican Leyes y Pastor, sobre la importancia de esta instancia de experimentación.
Si bien el contenido de "El calor de lo nuestro” está guardado bajo llave, se supo que en el borrador se indaga sobre en la identidad sanjuanina que guardan la siesta, las chayas, la familia, las comidas, las costumbres, el afecto, el encuentro, los amigos y todos los motivos "por el que nos gusta vivir en San Juan”, según adelantaron. Tampoco quieren develar el género del espectáculo, aunque se pretende que el show sea alegre y emotivo, con dejos de nostalgia, pero también una especie de aventura que pase por diferentes momentos de la vida de cada sanjuanino y aspectos propios de esta provincia.
De todos modos, para que el guión esté terminado, falta que pase por la opinión de quienes tendrán en sus manos todo el soporte artístico y técnico como la coreografía, los aéreos, el teatro, la escenografía, los efectos especiales y los relatos en las pantallas.
Todos bailan, todos actúan
La instancia de residencia no sólo fue para los escritores. También tuvieron su oportunidad 10 bailarines y 10 actores que pudieron vivir de cerca la capacitación y ponerle el cuerpo a la experimentación propuesta por Ariel Farace (dramaturgo y director), la actriz cordobesa Elena Cerrada, Ariana Andreoli (bailarina, actriz y clown), Eduardo Tello (coreógrafo, actor y performer), el actor y licenciado en pedagogía Guillermo Cacace y la bailarina y actriz Cecilia Priotto.
En otros momentos del proceso, se sumaron 100 estudiantes de la carrera de Estudios Teatrales que se dicta en la UNSJ con sus autoridades y algunos profesores, además de los alumnos de la escuela República del Paraguay -que funciona en el paraje Vallecito- que hicieron talleres con la bailarina Carla Velio, Nicolás Donnerstag (bailarín y músico), la bailarina y facilitadora de yoga Devora Cereceda, Andrés Correa (actor, bailarín, malabarista y clown). Las intenciones de generar estos espacios son que la Fiesta Nacional del Sol no sólo sea un ámbito de creación para artistas y hacedores consagrados, sino que pretende llegar a la comunidad con acciones culturales, según detalló Pablo Pastor.
Un guionista de lujo
Ignacio Sánchez Mestre terminó el secundario en el Central Universitario y se fue a Córdoba a estudiar Publicidad. Se recibió, viajó a México, donde hizo un curso de redacción publicitaria y otro de teatro. Ya de vuelta en el país, se quedó en Buenos Aires para dedicarse a la actuación, mientras redactaba avisos para Canal (á), El Gourmet y Cosmopolitan. Renunció a la agencia de publicidad y se le abrió un nuevo mundo, siempre ligado a su escritura, claro, que mutó de formato. Empezó a escribir sus propias obras de teatro (una de ellas, La savia, la que puso en escena en el Teatro Nacional Cervantes, llegó en el 2017 a San Juan de la mano de Mirta Busnelli), pero también para cine (tarea que comparte con su colega Martín Piroyansky, entre otros), streaming (es el autor de la segunda temporada de la miniserie Psiconautas que puede verse en Netflix) y para la televisión (fue uno de los colaboradores autorales de la serie Guapas por canal 13 -con Mercedes Morán, Carla Peterson, Florencia Bertotti, Isabel Macedo, Araceli González- que ganó el Martín Fierro de Oro en el 2015)
Hasta hace unos años confesó en Revista OH! que no se veía trabajando en el guión de la Fiesta del Sol. Prefería ser espectador. Bueno, su talento, le guardó otra carta bajo la manga: ya fue jurado, ahora el guionista.
Las duplas escritoras
Desafío artístico
Para Jesús la posibilidad de participar en la residencia, fue un gran desafío artístico. Su motivación era cómo adaptar procedimientos de creación dramatúrgica propios del teatro independiente (un espacio dónde se mueve con total soltura y experiencia) a una experiencia atravesada por la masividad y la espectacularidad, como lo es el espectáculo final de la Fiesta Nacional del Sol.
Trabajó con el actor Eduardo Pérez con quién ya se habían probado en los escenarios. Las escenas que presentaron para la residencia se basaron en un asado entre amigos y otra, una alegoría en la que se animaron a preguntarse "qué nos diría el sol, si pudiese hablar”.
"De la residencia me traigo principalmente el encuentro con colegas a quienes respeto muchísimo y de quienes aprendo en este tipo de experiencias inclusivas y horizontales. Leer y escuchar sus trabajos, sus devoluciones y la sensación de que generamos una escritura colectiva me parecen puntos a destacar”, asegura Jesús.
Este es el segundo año que se involucra en la residencia de la FNS. El año pasado además hizo la dirección actoral de los participantes en los videoclips del cd "Gracias Deolinda, hay cumbia” y en las presentaciones en vivo de ese material discográfico. También actuó en la previa del espectáculo final en Zonda.
Conocedoras de la fiesta
Esta dupla tiene casi asistencia perfecta en la Fiesta del Sol. Al punto que Julia, por ejemplo, no concibe los veranos sin esta fiesta.
Ella, como bailarina (además es docente en "Espacio en Movimiento” y en los talleres del Teatro Sarmiento, es directora teatral) ha pisado el escenario de Zonda en todas las ediciones desde el 2007, excepto en la última, que tomó las riendas de la dirección actoral en la previa del espectáculo de cierre.
Su "socia”, Victoria Barud, es profesora de Lengua y Literatura, da clases en secundario, en el Plan Fines y en los cursos de ingreso a la UNSJ, es autodidacta en el mundo de las Artes Escénicas, dónde se anima a todo: la dirección, la iluminación y la dramaturgia. La FNS la tuvo como asistente de la dirección de actores en las ediciones desde el 2013 hasta el 2016.
Julia participó en la residencia de danza del 2017 y Vicky, en la de dramaturgia. Quedaron tan movilizadas por estas experiencias que volvieron a probar suerte esta vez y fueron elegidas.
"Fue un trabajo muy intenso, muchas horas con la compu o con lápiz y papel volcando ideas, corrigiendo lo escrito, escuchando y compartiendo pero fundamentalmente aprendiendo”, rescata Julia, mientras que Vicky explica que luego de haber tenido contacto con varios guiones de la FNS en ediciones anteriores, sabe acerca de "la dificultad que posee la escritura para una espectáculo de estas dimensiones, desde la producción, desde un área pedagógica que se cuestiona e intenta reflexionar sobre el texto que debe ser base del espectáculo. Nos encanta poder discutir, programar, pensar, jugar, buscar y ser parte de este proceso y de esta fiesta”, dice para quien "El calor de lo nuestro” se resume en la calidez y amabilidad de lo y los sanjuaninos.
Construcción colectiva
Ser amigos y colegas en un marco artístico-educativo (trabajan para el Ministerio de Educación para los Programas de Extensión Educativa como los CAJ – Centros de Actividades Juveniles) facilitó las cosas.
A Pablo Barbera -que viene de una familia de artistas, con abuelo y papá músicos, heredó la profesión, se perfeccionó, estudió, produce y graba música en su casa, publicó dos libros ("Cuaderno de un transeúnte” y "El país de la vereda de enfrente’)’ y tuvo la oportunidad de ser parte de la FNS desde el 2011 en adelante, con su bajo y sus guitarras- le intrigaba tanto lo que él llama "el universo del guión” que no dudó en presentarse. A Silvia (con una carrera caduca de Letras por haberse adentrado al Teatro, que le dio un título profesional y la abrió la puerta a diferentes elencos, a la docencia y a la escritura escénica) le pareció interesante su invitación para "un encuentro con artistas de diferentes disciplinas para trabajar en la construcción colectiva de un mensaje identitario para ese ritual gigantesco que es la FNS” y aceptó el convite.
"Fue muy interesante observar como comenzaron a enriquecerse y a mutar los procesos creativos, teniendo en cuenta el hecho de estar internado en un lugar lejos de tu zona de confort, sin celular y conviviendo con personas desconocidas pero súper profesionales y creativas”, destacan.
Admiración en escena
Hacer una especie de guión en conjunto para la residencia fue el modo de concretar la mutua admiración que se tienen. Claro que lograrlo no fue sencillo. Juan Francisco vive en Buenos Aires. Dana en San Juan. Por lo que la escritura fue de intercambio constante de materiales por mail, videollamadas y chats. Finalmente lograron plasmar en el papel lo que les gustaría que no deje de verse en Zonda: una calurosa siesta sanjuanina y un juego de chaya con la manguera entre hermanos en el patio de la casa de la infancia. También escribieron un romance en verso entre el sol y la acequia y una tercera escena entre adolescentes que debaten sobre lo que significa vivir en un desierto y la importancia del agua- Ese fue su pase directo a esta oportunidad de experimentación para Juanfra que hace más de 10 años que se dedica al teatro. Pasó por varios elencos hasta formar el suyo propio (Lanotannegra teatro). Hace un tiempo que se radicó en Buenos Aires para seguir formándose (tuvo una beca para estudiar con Julio Chávez, entre otros) y experimentando especialmente en el área de performance, dramaturgia y danza (no le interesa ser bailarín pero reconoce que es un modo de extender los límites expresivos). Acaba de dar en San Juan un Laboratorio en Gestión y Producción Escénica. La Fiesta del Sol, salvo las dos últimas, lo ha tenido en diferentes roles: actor (fue el Sarmiento joven del 2011, Cupido en el 2012 y San Martín), la destreza aérea y asistencia de dirección de actores.
A su vez, es quien incentivó a Dana para empezar a escribir y dirigir teatro. Ella es licenciada en Letras, con un máster en Salamanca (España) y una maestría a punto de terminar en Córdoba. Hizo cursos de dramaturgia y dirección pero hasta ahora ninguno de sus textos y trabajos ha salido a la luz, salvo un relato breve que fue parte de un varieté. Eso le dio fuerza para empezar a ensayar una nueva obra con su elenco Astillas. Mientras tanto es docente y está fascinada, agradecida y feliz por lo vivido en Vallecito.
Hacer lo que les gusta
La residencia significó para esta dupla una oportunidad rentada para hacer lo que más les interesa: escribir para la escena. En el 2012, con la obra El dolor más antiguo del mundo (sobre la trata de personas), ya habían experimentado esa labor. Esta vez, pusieron todo el empeño y dedicación, para contar en tres episodios lo que sucede durante una siesta de verano a 4 amigos en el dique, la leyenda del viento Zonda y su venganza de azotar al que cometa un atropello contra la naturaleza, y las tradiciones y costumbres alrededor del dulce de membrillo, la chaya y aquellos carnavales en la UVT desde el humor. Para eso, investigaron leyendas, escucharon tonadas, recordaron momentos claves en sus vidas, bucearon en los personajes locales. Y escribieron.
+Propiciar un espacio para desarrollar la escritura, pensarla, discutirla y compartirla son decisiones muy necesarias para el enriquecimiento profesional de la comunidad teatral”, aplaude la experiencia Melina, quien se se vinculó con lo teatral desde muy pequeña, haciendo danza clásica, Declamación y Arte Escénico. Con los años estudió Arte Dramático (UNCuyo) y Letras. En el 2012 formó el elenco "Y también las otras”, con la que se puso el traje de directora. Además incursionó en dos áreas más: el maquillaje y la caracterización artística, y el de la investigación teatral que la llevó a Ecuador.
Darío es Licenciado en Letras, actualmente es docente universitario y hace un doctorado en Letras. Tiene con Sebastián Lampasone su propia editorial, Poderosa Lectura. Escribe relatos breves y tiene un diario dónde registra experiencias que han tenido relevancia.
Los une la vocación y también el amor.
Fotos: colaboración Adrián Carrizo, Juan Montes, Martín Groff
Colaboración: Noelia Avila, Noelia Escales y Ramón Navarro