Nuestra personalidad se manifiesta de varias maneras, que pasan inadvertidas por lo general. La forma de ser de cada uno se refleja en muchos actos cotidianos que hemos automatizado, como cerrar la mano.
La escritura, estudiada por la grafología, brinda muchos datos sobre la forma de ser de quien escribe. El lenguaje corporal, la forma de sentarse o moverse, también.
Acompañamos un diálogo con gestos y ademanes, que, al mismo tiempo que enfatizan lo que decimos, dejan entrever el tipo de personas que somos. Y uno de esos gestos es, precisamente, cerrar la mano.
Si vamos a golpear una puerta, por ejemplo, preparamos el puño. Pero no todos lo hacen del mismo modo. El dedo pulgar es el que marca la diferencia. Hay tres formas características de cerrar la mano: con el pulgar por fuer, por dentro, o al costado. Según cómo lo hagas, se pueden adelantar aspectos de tu forma de ser.
Golpe 1
Si al cerrar el puño tu dedo pulgar queda al costado, apoyado en el índice, te caracterizas por ser sensible, creativo y amable. Te riges por las emociones, que sientes con intensidad. Altruista, buscas hacer el bien a los demás siempre que puedes. Empático y buen consejero. Muy curioso y emprendedor, no te gustan las críticas porque siempre intentas dar todo lo mejor de ti.
Golpe 2
Trabajador y seguro de tí mismo, eres muy crítico pero también confiado, siempre con una idea nueva en la cabeza. Buscas emociones fuertes porque te aburres fácilmente. Con una meta afija, te preocupa no lograr lo que te propones. Con un poco más de esfuerzo y planificación, lograrás el éxito en todo lo que hagas.
Golpe 3
Quienes ocultan el dedo pulgar dentro de la mano, bajo el resto de las falanges, son personas dulces y sensibles, incluso a veces demasiado volubles. No son de dar grandes discursos: cuando hablan dejan en claro sus opiniones e intenciones. Están en la permanente búsqueda del equilibrio, la armonía y la paz a su alrededor. No soporta la injusticia y el conflicto, siempre ayuda a las víctimas de alguna injusticia. Como intenta hacer muchas cosas al mismo tiempo, pero es un poco distraído, se va por las ramas y no concluye lo que empezó.