Un día tranquilo, quizás demasiado según la opinión de algunos de los comerciantes consultados, ocurrió en la jornada de apertura de los shoppings sanjuaninos, en el marco del aislamiento social obligatorio por la pandemia del coronavirus.

Sin problemas. Las áreas de circulación en los shoppings no estuvieron muy nutridas.

Mientras el público se comportó a la altura de las exigencias, según personal de seguridad, su actitud en general fue ingresar para realizar una compra puntual, dedicando muy poco tiempo ‘al paseo mirando vidrieras’, consideraron los locatarios . En dos de los tres sitios visitados por DIARIO DE CUYO, Patio Alvear y Espacio San Juan, la gente al momento de ingresar debía mostrar el DNI y se le medía la temperatura corporal. A los empleados, al momento de ingresar también se registraba que no tuviesen fiebre.

Controles. Tomar la temperatura corporal y chequear la terminación del número de DNI fueron tareas que se realziaron al ingreso de dos de los paseos de compras. 

En el otro, Paseo San Juan (Hiper Libertad), eran los propios locatarios quienes debían pedir el DNI, ya que el hipermercado habilitaba el ingreso al complejo a todas las personas. A los empleados les tomaron la temperatura corporal antes de ingresar.

Medidas. Los depósitos exclusivos para descartar elementos de protección contra virus fueron novedad en los paseos de compras. 

En la puerta de cada local se se exhibía la cantidad de personas que podía permanecer. El público mostraba interés en asegurarse que podía entrar al local sin exceder el cupo. "La gente viene a comprar algo que ya necesitaba, no a pasear o ver si encuentran algo", afirmó David, en un stand de accesorios para teléfonos. El contexto también colabora para inhibir el paseo. Se retiraron los bancos en los que cualquiera podía sentarse y las mesas de los cafés o de los patios de comida permanecen inhabilitados. "Quiero vender al menos una gaseosa", ‘rogaba’ el encargado de un local de comidas, para graficar que el sistema de delivery o ‘take away’ (pedir y retirar) no había sido considerado como opción para el público el primer día. En tanto, desde un café reconocieron que "las pocas ventas fueron para quienes trabajan en locales, básicamente. El mejor horario para el café es la mañana y empezamos a las 12. Además, como todavía no pueden sentarse, no pueden hacer la pausa que a muchas personas les gusta hacer"

Prohibido. Para evitar inconvenientes, los sectores con mesas y sillas que no levantaron, estaban vallados para que nadie se ‘tiente’ de sentarse un momento.

Así, la conducta era hacer una compra puntual. En los locales de ropa infantil, el denominador común fue que las compras se concentraban en ropa de uso hogareño. "La mayoría de las compras fueron con tarjeta de crédito, poco efectivo. Preguntan por algo específico y no prestaban atención a las oportunidades de liquidación como antes", reconoció Eugenia, quien trabaja en ese rubro.

Mayor frecuencia limpieza. A pesar que circuló menos gente antes de la clausura, las medidas de limpieza fueron más exigentes, cumpliendo con el nuevo protocolo.

En las jugueterías, el mismo panorama. "Vienen a buscar algo específico. Si está, lo llevan. Sino, no preguntan por otra alternativa", resumió Graciela, quien afirmó que espera que paulatinamente aumente la circulación de gente. Gabriela, en un local de decoración, afirmó que recibió pocos clientes, todos con los que ya había tenido contacto a través del servicio online.

Definidos. Los comerciantes coincidieron que los clientes entraban al local preguntando por algo puntual y pcoo evaluaban otras alternativas.

David, de un local de indumentaria para hombres, opinó que "el paseo" de la gente a los shoppings regresará masivamente cuando se permita el ingreso de menores o se habiliten los patios de comida. "Al menos, hoy ya se puede abrir el local y la gente puede ver y controlar lo que compra antes de pagar", cerró. 

Regreso. Los comerciantes afirmaron que habrá que ver como evoluciona el comportamiento de la gente, en el nuevo contexto.