La gobernadora de Tierra del Fuego, Rosana Bertone, reconoció que el "abuso sexual intrafamiliar" que sufrió en su infancia le "arruinó la vida" y se mostró elogiosa de las distintas personalidades que revelaron en el último tiempo situaciones de acosos o ataques sexuales.
"Siempre alguien piensa si los hechos habrán sido tan así o uno mismo se siente culpable pensando si a lo mejor provocó una situación en el otro. Es absurdo y terrible, pero sucede. El descreimiento es inherente a las denuncias de abuso", advirtió Bertone en una entrevista con la agencia Télam.
Si bien la mandataria ya había hecho referencia a su propio caso de manera aislada, en 2015, por primera vez dio detalles de cómo esa experiencia influyó en su vida y todavía tiene efecto, en su vida política y personal.
"Sufrí abuso sexual intrafamiliar entre los 11 y los 12 años. Tardé mucho en hablarlo hasta con mi propia familia porque pensé que no me iban a creer. Solo pude superarlo por la intervención de mi abuelo materno, a quien sí pude contarle porque me unía con él una relación muy especial", indicó la gobernadora fueguina.
— ¿Le costó hablar este tema con su familia?
— Imagínese que en esa época no se hablaba ni de sexo con la familia. Yo era chica. Por suerte tuve el apoyo de mi abuelo que se hizo cargo solo de la situación. Creo que lo afectó mucho y falleció de cáncer. Teníamos una relación muy fuerte. Muchos años después, tras ser madre, pude hablarlo con más gente.
— ¿Le pasó tener miedo de contarlo y que no le creyeran?
— Sí, claro. Pensaba que no me iban a creer. Pienso que ahora debe ser lo mismo. Siempre alguien piensa si los hechos habrán sido tan así, o uno mismo se siente culpable pensando si a lo mejor provocó una situación en el otro. Es absurdo y terrible, pero sucede. El descreimiento es inherente a las denuncias de abuso.
—¿Cómo hizo para sobrellevar esa situación?
— Tuve contención psicológica y también me apoyé mucho en la fe. Creo que por eso soy tan creyente. Como el abusador era de la familia mi abuelo no quiso hacer la denuncia penal, así que tuve que aferrarme a lo que tenía.
— ¿Superar lo que le pasó la hizo más fuerte para encarar la vida?
— Leo muchos reportajes de mujeres famosas abusadas y algunas dicen que llegaron a ser lo que son producto del aprendizaje y de la situación que les tocó vivir. La verdad que en mi caso no es así. A mí me arruinó la vida. La vida sexual, la formación de una pareja. ¿O por qué me focalizo tanto en mi trabajo? Bueno, porque de alguna manera me cuesta construir en lo afectivo. Uno queda afectado, quiera o no quiera, y por más que transcurra el tiempo.
— ¿Le costó formar pareja, por ejemplo?
— Creo que sí. Con mi ex marido, con quien por supuesto hablábamos del tema, tuvimos que enfrentar situaciones. Él me ayudó muchísimo porque yo tenía mucho temor a que a mi hija le pasara lo mismo. De hecho mi hija que es psicóloga y pensaba dedicarse a los niños, hizo una especialidad y trabaja con mujeres abusadas.
— ¿Qué le parece este movimiento surgido a partir del caso Darthés, y de los testimonios de mujeres que empezaron a conocerse?
— Me parece bien que se sepa, que las mujeres cuenten su experiencia, más de allá de si decidieron o no realizar una denuncia judicial. Yo creo que la mayoría de los abusos ocurren en el seno de la propia familia, aunque también en el ámbito laboral. En el mundo de las actrices, por ejemplo, creo que siempre se supo pero nadie se animaba a contarlo. Y pienso que hay muchos más casos que no se saben.
—¿En su caso fue una liberación poder contarlo públicamente?
— La verdad es que fue espontáneo. En una entrevista por radio, en el año 2015, hablábamos sobre los agravios que estaba sufriendo durante la campaña electoral. Y yo dije que no creía que pudiera sufrir un ataque peor que el abuso sexual del que había sido víctima. Y lo sostengo. No creo que nadie en política pueda hacerme pasar por una vulneración física y psicológica peor que aquella.
Fuente: Infobae