Tener un salón en el exterior cuando llegan los días soleados y con buenas temperaturas, rodeados de vegetación y bajo el cielo azul, es algo que todos soñamos. El buen estado de las terrazas, patios, galerías y jardines, de forma que podamos darles el uso que merecen, es totalmente necesario, también lo es equiparlos con los muebles adecuados que los embellezcan y al mismo tiempo cumplan la función, facilitarnos la vida y darnos comodidad. Que estos muebles sean bellos y resistentes a la vez depende sobre todo de los materiales con los que se fabrican, que deben ser específicos para exterior. Un repaso a las distintas posibilidades, que son muchas y muy interesantes.

Los materiales de toda la vida para muebles de jardín pasaban habitualmente por el hierro y otros metales, así como por las fibras naturales como el mimbre. Más adelante llegaron los plásticos con su consabida revolución, eran baratos y fáciles de limpiar. Y en los últimos años hemos visto renacer a la madera (gracias a las especies tropicales, mucho más resistentes) y aparecer nuevos materiales, como el rattán. Todos ellos y algunos otros tienen cabida en nuestro espacio exterior, sobre todo si los cuidamos y mantenemos como es debido.

Muebles de metal

 

 

Los más clásicos son los de hierro forjado. Pesados y bellos, los más antiguos suelen estar labrados en atractivas formas, mientras que los modernos siguen una tendencia más minimalista. El hierro suele presentarse pintado en colores clásicos como el negro, el blanco o el verde carruaje. Es importante que tenga una protección (pinturas especiales para exterior) para que no se oxide. De todas formas, los muebles de hierro no son muy adecuados para ambientes muy lluviosos ni si tenemos que trasladarlos frecuentemente, ya que resultan muy pesados. Muchas veces los vemos combinados con otros materiales: pie de hierro y tapa de mármol o mosaico, sillas y bancos de hierro con asiento de madera La combinación de materiales nobles es muy atractiva.

El aluminio ha ganado mucho en muebles de exterior, sobre todo en lo que respecta a las sillas, mucho más ligeras que las de hierro e igualmente resistentes a la intemperie. Además, los muebles más modernos en ocasiones se fabrican en acero, que les aporta un atractivo aspecto industrial y una resistencia excepcional a las condiciones atmosféricas. El mantenimiento de los muebles de metal para exterior pasa por secarlos bien cuando se mojen. En épocas que no se usen mucho (por ejemplo en invierno) conviene guardarlos a cubierto.

Muebles de madera

 

Cada vez son más populares debido a su bajo precio, su atractivo y su ligereza.Las ventajas de los muebles de madera es que quedan bien con cualquier tipo de ambiente y decoración, y resultan muy naturales en los jardines. Además, su poco peso permite trasladarlos sin dificultad. Pero como todo en este mundo, también tienen sus desventajas, la mayor de las cuales es que con el tiempo (si no se cuidan adecuadamente) terminan deteriorándose, mucho más rápido que otros materiales. El color se apaga con la exposición al sol; la humedad decolora la madera, causa grietas y fisuras y la deforma; y los cambios de temperatura llegan a romper y separar las piezas. Los muebles de maderas tropicales pueden mantenerse en perfecto estado si aplicamos de vez en cuando un aceite especial, de teca o mezcla de aceites. También hay que secarlos cuando se mojan demasiado y guardarlos bajo techo en épocas de poco uso. Nunca está de más cobijarlos bajo una pérgola o un porche.

 

Muebles de fibras naturales y artificiales

 

 

Los muebles de exterior fabricados con mimbre, junco, rattán o bambú son todo un clásico en los jardines y patios. Hoy estos materiales se siguen empleando, si bien los diseños han cambiado modernizándolos. Estas fibras son bastante más resistentes que la madera; además, su estructura trenzada permite que el agua no se acumule en los muebles y no estropee las fibras. Sin embargo, también son menos resistentes que los muebles de otros materiales. Además, para barnizarlos o pintarlos es necesario utilizar sprays o pistolas, ya que con brocha es muy difícil.

Quizás la incorporación más reciente sea la del rattán, una planta originaria de Indonesia muy elástica, resistente y duradera. Además, también existe el rattán sintético, fabricado con alambre forrado de material plástico que imita a esta planta. Los muebles de rattán sintético son más económicos que los naturales, y su aspecto es muy atractivo, siendo además más resistentes y duraderos. Son muebles baratos, muy alegres y originales y de lo más resistentes y ligeros.

Muebles de plástico

 

Es posible que sean la opción más barata y práctica de todas, aunque es cierto que no son tan atractivos como el resto de posibilidades. Los muebles de plástico, que suelen ser muy ligeros y apilables (en el caso de las sillas y las tumbonas), son económicos y actualmente están saliendo nuevos y originales diseños. Los más corrientes suelen ser blancos o verde carruaje, aunque pueden mejorarse considerablemente con cojines, asientos y colchonetas (en el caso de las tumbonas y las sillas). Se limpian perfectamente y no hay problema en dejarlos a la intemperie, aunque con el tiempo se suelen rozar y pierden su brillo característico. Además, los blancos suelen amarillear. En los centros de bricolaje se venden productos especiales para recuperar el brillo de los plásticos.

Lonetas y textiles para exterior

 

Los tejidos que acompañan a los muebles de exterior, fundamentalmente en almohadones y colchonetas, deben ser especiales para resistir la estancia a la intemperie. Los más resistentes son los de tipo sintético, como por ejemplo los elaborados con poliéster, polipropileno o nailon. Además, si se trata de tejidos estampados es importante que lleven un proceso especial de impresión con aditivos ligantes, que evitarán que el sol y el agua decoloren la tela.