El clima fue hostil antes y durante el partido en el Mineirao. Y además de las gastadas por la victoria,m un grupo de hinchas de Brasil hasta quemó una camiseta de Messi. Fue en la previa del partido y las imágenes rápidamente se viralizaron, causando revuelo no sólo en Argentina sino también en Brasil.
Además, esta provocación se sumó a que otros simpatizantes locales detonaron varias bombas de estruendo en las cercanías del hotel donde se alojó el seleccionado albiceleste, lo que impidió el normal descanso de la delegación. A esto también hicieron sonar las alarmas del hotel varias veces y hubo llamadas a las habitaciones de los futbolistas.
En tanto, hubo entre 4.000 y 6.000 argentinos en el Mineirao, frente a más de 50.000 aficionados brasileños en el fue el primer lleno de la Copa América.
"Brasileño, brasileño, qué amargado se te ve, Maradona es el más grande, es más grande que Pelé", "Brasil, decime que se siente, tener en casa a tu papá" e incluso "Oh, se comieron siete", en referencia al 1-7 de Alemania a Brasil en el Mundial 2014, gritaron y saltaron los aficionados albicelestes.
"Oh argentino, cómo es, que Maradona chupa bola de Pelé" o "Mil goles, mil goles, solo Pelé, solo Pelé", contratacaron los brasileños, que pudieron darse el gusto de eliminar a la Argentina.
Abucheos para el presidente
En el entretiempo de la semifinal en el Mineirao, decidió ingresar al césped del campo de juego el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro. Resultó a la postre una pésima decisión debido a que recibió silbidos e insultos de la multitud de brasileño que estuvieron en las tribunas. Además y como muestra de repudio, el público en su mayoría comenzó a gritar por Dilma Rousseff, la exprimera mandataria.
Bolsonaro decidió observar el encuentro desde un palco acompañado de un histórico de la Selección como Cafú, quien está dentro de la organización del campeonato.